Después de un larguísimo desarrollo y varios retrasos en su lanzamiento, la nueva generación del Porsche Macan ya está entre nosotros. El segundo coche eléctrico de la firma de Stuttgart tras el Taycan, que se presentó en el ya lejano año de 2019, promete convertirse en uno de los modelos más deseados del segmento D (SUV medianos) gracias a la tecnología de vanguardia integrada en su plataforma PPE.
El recién llegado mide 4.78 metros de largo (5 centímetros más que su predecesor), 1.94 metros de ancho y 1.62 metros de alto, con una generosa distancia entre ejes de 2.89 metros. Su maletero cubica 540 litros; además, dispone de un frunk o maletero delantero de 84 litros que añade un plus de practicidad. Su oferta de llantas va de las 20 a las 22 pulgadas.
Su estética está estrechamente emparentada con el Taycan, como demuestran sus luces diurnas de cuatro módulos. La distribución de los faros (que pueden incorporar tecnología matricial) a dos alturas se debe a que ha compartido desarrollo con el Audi Q6 e-tron, que lucirá la misma configuración frontal. La mayor inclinación del portón le otorga un perfil más deportivo, similar al del Cayenne Coupé. La zaga por su parte luce unos pilotos continuos inspirados en el incombustible 911.
Porsche hace especial hincapié en el trabajo aerodinámico realizado en su carrocería, que exhibe un coeficiente de apenas 0,25 gracias a elementos como las tomas de refrigeración activas del paragolpes, los bajos carenados, las air curtains de los faros, el alerón retráctil y el difusor funcional.
El Porsche Macan Turbo llega a los 639 CV de potencia
El habitáculo es relativamente continuista. De diseño muy horizontal, el salpicadero puede contar con hasta tres pantallas (la instrumentación digital de 12.6 pulgadas, el panel táctil de 10.9 pulgadas del sistema de infoentretenimiento y un display opcional para el pasajero de idéntico tamaño). Tampoco podemos dejar de mencionar el Head-up Display con realidad aumentada de 87 pulgadas.
La gama estará integrada inicialmente por dos versiones, ambas dual motor y con un sistema de tracción integral inteligente: Macan 4 y Macan Turbo. El primero arroja una potencia de 408 CV (300 kW), completando el 0-100 km/h en 5.2 segundos, mientras que el segundo llega a 639 CV (470 kW), lo que le permite rebajar el crono a 3.3 segundos. La velocidad punta es de 220 y 260 km/h.
La batería de 100 kWh brutos (95 kWh útiles) es compartida y les proporciona una autonomía de 613 y 591 km WLTP respectivamente. En cuanto a la carga, puede pasar del 10 al 80% en apenas 21 minutos, alcanzando una potencia pico de 270 kW en corriente continua. La tecnología «bank charging» divide el pack de 800 voltios en dos de 400 voltios cuando el coche se conecta a estaciones de este último tipo, reduciendo con ello los tiempos de carga. La potencia máxima es de 150 kW en este caso.
Porsche tampoco ha descuidado el chasis. El esquema de suspensiones es de doble horquilla delante y multibrazo detrás; por otro lado, cuenta con un sistema de ruedas traseras directrices (hasta 5º) y un bloqueo de diferencial trasero electrónico Porsche Torque Vectoring Plus. El PASM (Porsche Active Suspension Management) se combina con una suspensión neumática con amortiguadores de dos válvulas.
El Macan 4 partirá de los 85.382 euros y el Macan Turbo de los 116.914 euros. Dado que el anterior Macan térmico dejará de venderse en Europa esta misma primavera debido a la entrada en vigor de una nueva normativa de seguridad a nivel comunitario, su reemplazo eléctrico será el encargado de tomar el relevo en un movimiento que refleja la firme apuesta de Porsche por la electrificación. ¿Logrará igualar el éxito del modelo original?
