El que probablemente sea el lanzamiento más esperado de 2024 ya está entre nosotros. Apenas tres años después de la presentación del concept car que lo prefiguraba, el mítico Renault 5 vuelve al mundo de los vivos con un objetivo muy claro: popularizar la movilidad eléctrica en el mercado europeo. A priori, no le faltarán argumentos para triunfar.
Su diseño retro-futurista, sorprendentemente cercano al del prototipo de 2021, se basa en tres modelos diferentes: mientras que el frente recuerda al R5 de 1972 y las aletas ensanchadas son un guiño al salvaje R5 Turbo de 1980, la zaga está claramente inspirada en el Supercinco de 1984. La nueva generación rinde homenaje a sus icónicos predecesores con un grabado en la consola central y un dibujo oculto en los bolsillos de los asientos delanteros.
«Algunos productos son mágicos. No hay necesidad de discutir durante semanas, todo el mundo está siempre de acuerdo en lo que hay que hacer. Y hace lo que hay que hacer. No hay inercia. Cuando los equipos reviven un coche que ha dejado tan buenos recuerdos, le ponen mucho cariño. Es una buena señal para el futuro, porque el cliente reconoce y ve ese amor en el coche», explica Luca de Meo, CEO del Grupo Renault e impulsor directo del renacimiento del R5.
Lo cierto es que la última creación de la firma del rombo está llena de pequeños detalles que denotan la atención puesta por el equipo durante su desarrollo. Los característicos faros trapezoidales de aspecto jovial y risueño cuentan con una «pupila» cuadrada a juego con las luces diurnas de los paragolpes y los aireadores del habitáculo.
Renault 5: entre la nostalgia y el vanguardismo
Sobre el capó nos encontramos con un indicador de carga con el número «5» en el mismo lugar en el que se situaba la toma de aire en el coche original. Aunque en el R5 Prototype ahí se ubicaba la toma de carga, en la versión de producción se ha trasladado a la aleta delantera izquierda por motivos de ergonomía. Los pilotos verticales son otro de los rasgos característicos del modelo.
Si bien se encuadra en el segmento B, es sensiblemente más pequeño que su equivalente térmico, el Clio. Mide 3.92 metros de largo, 1.77 metros de ancho y 1.50 metros de alto, con una generosa batalla de 2.54 metros. Sus proporciones son muy personales, con un capó corto y unos voladizos reducidos a su mínima expresión. Las llantas son de 18 pulgadas en toda la gama.
La paleta de colores estará compuesta inicialmente por cinco tonos, todos ellos metalizados. El verde (que se incluirá de serie) y el amarillo tienen un llamativo efecto purpurina, mientras que los clientes más discretos podrán optar por un azul oscuro, un blanco nacarado y un negro brillante.
Habrá tres niveles de acabado: Evolution, Techno e Iconic Cinq, estos dos últimos fácilmente distinguibles por el techo negro. La terminación de acceso equipará unos tapacubos inspirados en el R5 Turbo y los otros dos tendrán llantas de aleación. Las del tope de gama recordarán a la esfera de un reloj y tendrán un «5» en el quinto radio.
Un sistema de infoentretenimiento con Google integrado
Como el exterior, el habitáculo también combina modernidad y clasicismo. El salpicadero a dos alturas con una banda transversal acolchada recuerda al Supercinco, mientras que la instrumentación digital (de entre 7 y 10 pulgadas) y la pantalla táctil de 10 pulgadas incluida de serie aportan el necesario toque tecnológico al conjunto. Como curiosidad, la terminación Iconic Cinq incluye la inscripción «Renault 5» retroiluminada frente al copiloto.
Los asientos con estructura en forma de H y pétalos laterales homenajean a los del R5 Turbo. La tapicería en el acabado Techno es de tela vaquera (denim) creada a partir de botellas de plástico (PET) recicladas. El Iconiq Cinq por su parte luce un llamativo tejido reciclado de color mostaza con el número «5» en el respaldo.
El coche está homologado para 5 plazas y su maletero cubica 326 litros, una cifra sobresaliente en relación a la longitud de la carrocería. Para optimizar el confort, toda la gama incorpora un parabrisas acústico que reduce el nivel de ruido percibido en el interior.
El sistema openR link con Google integrado es el que ya conocemos de otros Renault; por lo tanto, permite acceder a servicios como Google Maps, Google Assistant y más de 50 apps diferentes (Spotify, Waze, etc). La interfaz puede personalizarse eligiendo entre 8 colores, 2 espesores y 4 texturas, lo que resulta en 128 combinaciones diferentes. Por supuesto, disfruta de conectividad mediante Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica.
La plataforma AmpR Small dispone de frenos by-wire
Otro de los puntos fuertes del openR link es el planificador de rutas integrado, que programa y optimiza continuamente el trayecto más rápido en los viajes que requieran paradas para cargar teniendo en cuenta la ubicación de las estaciones, el consumo, la autonomía, la temperatura exterior… El sistema acondiciona la batería para que se encuentre a una temperatura óptima cuando empiece a cargar, reduciendo con ello los tiempos de espera.
Como primicia, el R5 se ha convertido en el primer Renault en incorporar el asistente virtual Reno, un avatar capaz de responder a las 200 preguntas más frecuentes de los clientes sobre el vehículo y realizar sugerencias de forma inteligente. Gracias a la integración de ChatGPT, puede mantener una conversación fluida con los pasajeros.
El R5 se asienta sobre la plataforma AmpR Small (antes conocida como CMF-B EV), una arquitectura eléctrica dedicada. Aunque comparte algunos elementos con la CMF-B térmica, véase el eje delantero tomado del Clio, todos los elementos específicos de la sección eléctrica se han desarrollado sin compromisos.
Esta arquitectura se caracteriza por ofrecer un diámetro de giro reducido (10.3 metros), un sofisticado eje trasero multibrazo y un sistema One Box que integra el frenado by-wire (sin conexión mecánica) y el ESP en un mismo módulo de menor tamaño. Este frenado «desacoplado» reduce a la mitad el tiempo de reacción de la frenada automática de emergencia; además, también se incluye un modo B (Brake) que incrementa el nivel de retención del sistema regenerativo. Otro elemento destacado es la bomba de calor para la climatización.
Hasta 400 kilómetros de autonomía
La oferta mecánica del Renault 5 estará compuesta por tres motores de 95 CV (70 kW), 120 CV (90 kW) y 150 CV (110 kW), así como dos baterías de 40 y 52 kWh, ambas con refrigeración líquida. El pack más pequeño se asociará a los dos propulsores menos potentes, mientras que el más capaz estará disponible exclusivamente con el conjunto más prestacional.
Este último permitirá al vehículo completar el 0-100 km/h en menos de 8 segundos y alcanzar una velocidad punta limitada electrónicamente a 150 km/h. Los motores se basan en la tecnología de rotor bobinado síncrono, sin imanes permanentes y libre de tierras raras. Las celdas, suministradas por Envision AESC, serán en todos los casos de tipo NCM (níquel, cobalto, manganeso).
Los modelos Evolution, Techno e Iconic Cinq podrán asociarse indistintamente a las versiones de 120 y 150 CV; la variante de 95 CV estará reservada a un futuro acabado de acceso de nombre todavía desconocido (¿Equilibre?). Dependiendo de la batería elegida, la autonomía homologada será de entre 300 y 400 km WLTP.
Los anteriores eléctricos de Renault equipaban un cargador trifásico de 22 kW, pero nuestro protagonista estrena uno de 11 kW con carga unidireccional en la versión de 95 CV y bidireccional V2L (Vehicle-to-Load) y V2G (Vehicle-to-Grid) en las dos más potentes. El sistema de carga rápida en corriente continua, no disponible con el motor menos potente, ofrece un pico de 80 kW en el modelo de 120 CV y de 100 kW en el de 150 CV, tardando en ambos casos 30 minutos en pasar del 15 al 80%.
El Renault 5 será de fabricación europea
En materia de asistentes a la conducción, no podemos dejar de mencionar tecnologías inéditas en el segmento B como el frenado automático de emergencia marcha atrás, la detección delantera con corrección de carril de emergencia, la detección trasera con corrección de carril de emergencia y la salida segura de los ocupantes. El sistema Active Driver Assist por su parte proporciona acceso a una conducción autónoma de nivel 2.
Entre los numerosos accesorios disponibles, entre los que hay numerosos elementos impresos en 3D, habría que destacar un porta-baguettes de mimbre que se acopla a la consola central para evitar que llenemos de migas el asiento cuando vayamos a comprar el pan.
Las opciones de personalización no acabarán ahí, pues la empuñadora del selector de marchas será intercambiable y la carrocería podrá decorarse con franjas en el techo y dos vinilos para las puertas: ‘NumbeR5’ en rojo o negro y ‘Unlimited5’ en dorado o plateado.
Siguiendo los nuevos planteamientos de la industria, Renault ha apostado por fabricar de forma local el R5, cuyos motores y baterías serán, como prácticamente todo el coche, de origen francés. El sistema de producción 4.0 permitirá producirlo en apenas 9 horas. Su comercialización en España dará comienzo en el cuarto trimestre de este año, pero los precios se darán a conocer antes del verano. Sus tarifas arrancarán por debajo de los 25.000 euros antes de ayudas.
