Después de comprarse un coche eléctrico, los clientes añaden paneles solares a sus viviendas
La expansión del coche eléctrico sirve de catalizador para el incremento de instalaciones fotovoltaicas en viviendas residenciales y pequeña industria, lo que permite reducir el uso de fuentes como el gas o la nuclear, y bajar el coste general de la electricidad.
Además de la reducción de los costes operativos, las emisiones, y acceder a una conducción mas agradable, la compra de un coche eléctrico tiene otro efecto secundario entre los propietarios. Y es que una vez que tienen uno de estos vehículos, los usuarios incrementan de forma sustancial su interés en las instalaciones fotovoltaicas para su vivienda. Un elemento crucial en España, donde tenemos grandes recursos solares, pero donde nos falta aumentar la venta de coches eléctricos.
Y es que la implantación de la energía solar en nuestro país va disparada. Según los últimos datos, y excluyendo el autoconsumo residencial, la fotovoltaica es ya la fuente de generación eléctrica con más potencia instalada en España.
En total, contamos con 32.04 GW instalados, lo que supone un 24.93% del total. Le sigue la eólica, hasta ahora la de mayores cifras, con 32 GW, mientras que el gas ocupa la tercera plaza con 26.2 GW instalados.
Como decimos, en el caso de la fotovoltaica, la cifra es excluyendo las instalaciones particulares y empresas, y solo se tienen en cuenta las grandes granjas solares. Según datos de la asociación APPA Renovables, a principios del pasado año, la fotovoltaica residencial ya superaba en potencia instalada a la nuclear, que cuenta con 7GW.
Pero esto es solo la punta de iceberg del potencial que tiene España con el autoconsumo. Y es que las estadísticas muestran como con la expansión del coche eléctrico, aumentan de forma importante las instalaciones solares residenciales.
Según una encuesta realizada por el Instituto Allensbach de Demoscopia entre más de 4.000 propietarios de viviendas residenciales, dos tercios de los propietarios en Alemania desean instalar un sistema de energía solar, casi el doble que en la actualidad.
El estudio indica que en 2029, el 65% de los propietarios de viviendas en Alemania podrían tener un sistema de energía solar, y de estos, el 41% tendrán un coche eléctrico y el 38% una bomba de calor para la climatización.
Esto supone casi duplicar el número de sistemas fotovoltaicos (actualmente del 36%), más del doble de bombas de calor (actualmente el 15%) e incluso más del triple de coches eléctricos (actualmente el 12%).
Según la encuesta, los sistemas fotovoltaicos desempeñan un papel fundamental en este sentido: los propietarios que generan su propia energía, o que planean instalar un sistema solar, muestran un gran interés en invertir en bombas de calor y coches eléctricos.
Su proporción es cuatro veces mayor que la de los propietarios de viviendas que no disponen de un sistema solar o de planes de compra correspondientes.
Una situación que tiene variables según el mercado y la distribución demográfica de la población, ya que no será lo mismo el impacto en una población con un amplio uso de viviendas unifamiliares, como Alemania, que menor, como en España.
A pesar de esto, la relación es más que clara, y la expansión del coche eléctrico traerá beneficios adicionales para nuestro país, tanto con el incremento de las instalaciones de autoconsumo, residenciales o industriales, así como la reducción del coste energético asociado a la mayor penetración de la solar.
Fuente | Initiative-klimaneutral