Una auténtica chapuza, así es el arreglo que propone Tesla para la Cybertruck tras su llamada a revisión masiva
Tras llamar a revisión a todas las Cybertruck fabricadas hasta la fecha por el riesgo de desprendimiento de una pieza del techo, las primeras unidades han sido devueltas a sus propietarios… los cuales no están demasiado conformes con el arreglo.
Hace un par de semanas, Tesla llamó a revisión a todas las Cybertruck fabricadas entre el 13 de noviembre de 2023 y el 27 de febrero de 2025 (es decir, las 46.096 unidades vendidas hasta la fecha en Estados Unidos) debido al riesgo de desprendimiento del cant rail o arco del techo, una pieza de gran tamaño realizada en acero inoxidable.
«La Cybertruck está equipada con un aplique estético en el exterior del vehículo, conocido como ‘cant rail’. Esta moldura consiste en un conjunto de acero estampado unido a un panel de acero inoxidable con adhesivo estructural. El conjunto se fija al vehículo con anclajes. En los vehículos afectados, el panel de acero inoxidable puede despegarse, lo que puede provocar que se separe del vehículo».
La solución dada por Tesla consiste en pegar la pieza con un adhesivo más fuerte y «un perno soldado al panel de acero inoxidable con una tuerca que lo sujeta a la estructura del vehículo». Las primeras reparaciones ya se han llevado a cabo, y lo cierto es que los clientes no están nada satisfechos con el resultado final.
Un propietario de Nueva Jersey que había dejado su unidad en el servicio oficial antes incluso de la llamada a revisión masiva ha mostrado imágenes del arreglo, que es una auténtica chapuza: la soldadura deja una marca visible en la moldura, mientras que la nueva tuerca provoca que el panel quede completamente desalineado con el resto de la carrocería.
La Cybertruck se ha convertido en una fuente de problemas para Tesla
El resultado final es a todas luces inaceptable, sobre todo si se tiene en cuenta que la Cybertruck cuesta entre 80.000 y 100.000 dólares (todavía no han comenzado las entregas del modelo de acceso RWD), por lo que no se trata de un modelo precisamente barato.
Este problema es un clavo más en el ataúd de la pick-up, que se ha convertido en un símbolo rodante de la crisis que atraviesa actualmente Tesla. Sus ventas no sólo no están cumpliendo con las expectativas de la marca, sino que están incluso resintiéndose a pesar de que recientemente pasó a ser elegible para el crédito fiscal federal de 7.500 dólares. Su última oportunidad será la llegada de la antes mencionada variante de tracción trasera; eso sí, dado que será un 50% más cara de lo anunciado inicialmente, es poco probable que vaya a convertirse en el éxito que algunos pronosticaban hace unos años.
Fuente | Electrek
