
La bomba del valor residual: ¿Se desinfla el precio de los coches eléctricos de segunda mano?
El mercado de coches de segunda mano vive un momento clave: el precio de los coches eléctricos usados se está ajustando y en algunos casos se acerca al de los coches de combustión, generando nuevas oportunidades y desafíos para compradores y vendedores.

El debate sobre el valor residual de los coches eléctricos de segunda mano ha cobrado fuerza en los últimos tiempos. Un artículo reciente en el influyente portal alemán Automobilwoche sugería que los precios de los coches eléctricos usados están cayendo hasta alcanzar el nivel de los modelos de combustión interna.
Así se desprende de los datos del informe de los expertos en el mercado automovilístico como el Deutsche Automobil Treuhand (DAT). Una organización alemana de gran prestigio en la industria automotriz, fundada en 1931, que se ha convertido en una fuente de información independiente y neutral para fabricantes, concesionarios, aseguradoras, empresas de renting, tasadores y también consumidores.
Según diversos análisis del DAT, la realidad del mercado de coches eléctricos de segunda mano es más compleja de lo que sugiere una simple equiparación de precios con los vehículos de combustión. Si bien es cierto que los valores residuales de los coches eléctricos han estado bajo presión, especialmente tras la eliminación de las ayudas públicas en algunos mercados, y la rápida evolución tecnológica, no se puede afirmar categóricamente que hayan alcanzado el nivel de los vehículos de combustión en todos los segmentos.

Un factor clave a considerar es que el mercado de coches eléctricos de segunda mano aún es relativamente joven. El volumen de vehículos disponibles es menor en comparación con los coches de gasolina o diésel, lo que puede generar fluctuaciones en los precios. Además, la percepción de los consumidores sobre la durabilidad de las baterías y los costos de reemplazo sigue siendo un factor influyente en el valor de reventa.
El DAT ha señalado que, si bien los precios de los coches eléctricos usados pueden estar ajustándose, los vehículos de combustión interna también han experimentado cambios en sus valores residuales, influenciados por factores como la normativa de emisiones y la creciente preferencia por la electrificación. En algunos casos, la mayor demanda de ciertos modelos de combustión de segunda mano ha mantenido sus precios relativamente estables o incluso los ha aumentado ligeramente.
Según los informes del DAT, la pérdida de valor es significativamente mayor en los coches eléctricos que en los de combustión por regla general.

Mientras que los modelos de combustión usados todavía mantienen una media del 62,6% de su precio nuevo después de tres años, los coches eléctricos solo alcanzan el 49,4%. Una comparación realizada por Automobilwoche muestra lo siguiente: un Opel Corsa eléctrico de tres años de antigüedad, con un precio de venta de aproximadamente 21.800 euros, con ayudas, cuesta actualmente algo menos de 16.000 euros, mientras que un Corsa de gasolina de la misma antigüedad cuesta alrededor de 15.100 euros.
En cambio, un Volkswagen ID.3 cuesta de media menos que un Golf similar, mientras que el Peugeot 208 eléctrico es bastante más caro que su versión gasolina.
Es importante destacar que el estado de la batería juega un papel crucial en la valoración de un coche eléctrico de segunda mano. El DAT, al igual que otros expertos, subraya la necesidad de evaluaciones transparentes y estandarizadas de la capacidad real de la batería para generar confianza entre los compradores. Un buen SoH puede mantener el valor residual de un vehículo eléctrico significativamente más alto.
En resumen, si bien el mercado de coches eléctricos de segunda mano está en una fase de ajuste de precios, no se puede generalizar que sus valores hayan caído al mismo nivel que los de los vehículos de combustión en todos los casos.
Factores como la oferta y la demanda, la percepción de la tecnología, el estado de la batería y las políticas públias siguen influyendo en la dinámica de este mercado en plena evolución.
Fuente | Automobilwoche