
Harley Davidson pierde 600.000 dólares por cada moto eléctrica vendida
LiveWire, la marca eléctrica de Harley-Davidson, vendió solo 33 motos en el primer trimestre y perdió más de 600.000 € por unidad. ¿Tiene futuro este proyecto? ¿Por qué fracasan las motos eléctricas deportivas?

Harley-Davidson atraviesa tiempos complejos con su filial eléctrica LiveWire. Pese a las buenas sensaciones iniciales de su inesperada apuesta, las cifras del primer trimestre de 2025 muestran un panorama desolador para la división de motos eléctricas de la icónica firma estadounidense.
Entre enero y marzo, LiveWire logró vender tan solo 33 unidades en todo el mundo, lo que supone un desplome del 72% respecto al mismo periodo del año anterior. Un dato demoledor que deja al descubierto la falta de tracción comercial de una gama que, si bien ofrece una experiencia de conducción emocionante, no logra conectar con el gran público.
La situación económica global no ayuda. Con una incertidumbre creciente, los consumidores priorizan otras necesidades y posponen grandes compras. Y, en ese contexto, una moto eléctrica de altas prestaciones no parece estar en la lista de prioridades.

Los números son tan extremos que invitan a la reflexión: LiveWire apenas facturó 3 millones de dólares en el trimestre, pero acumuló unas pérdidas operativas de 20 millones. Eso significa que la marca perdió en torno a 606.000 dólares por cada moto vendida.
Hace apenas unos años, Harley se marcaba como objetivo alcanzar las 100.000 unidades anuales de LiveWire para 2026. Hoy, ese objetivo no solo parece lejano, sino directamente irreal.
¿Por que no se venden apenas motos eléctricas deportivas?

Las motocicletas eléctricas de altas prestaciones, como las de LiveWire, enfrentan varios obstáculos clave. Los precios son excesivos en comparación con las motos de combustión interna, y que el mercado real para este tipo de vehículo es muy reducido. Además, los usuarios más entusiastas valoran características como la autonomía, la recarga rápida y la experiencia visceral de conducción, que las eléctricas aún no logran replicar, o lo hacen a cambio de precios astronómicos. La falta de estandarización de piezas y cargadores rápidos también limita su adopción generalizada.
Por otro lado, la mayoría de este tipo de motos no se usan como medio de transporte principal, sino como pasatiempo o vehículo recreativo. En ese contexto, los atributos tradicionales como el sonido del motor, el cambio manual y la ligereza tienen un peso emocional que las eléctricas deportivas y recreacionales no logran transmitir, lo que hunde las ventas de las empresas que lo intentan.

Tenemos un ejemplo en el fabricante italiano Energica. Un desarrollador de motos eléctricas de alto rendimiento, que enfrentó problemas financieros que llevaron a su quiebra en 2023 debido a dificultades para escalar la producción, altos costes operativos y las bajas ventas. Aunque la compañía había ganado reconocimiento por sus motos deportivas y su participación en campeonatos como la MotoE, no logró sostener su rentabilidad y finalmente terminó cerrando de forma definitiva.
Un sector dominado por los scooters de bajo y medio coste, que tienen en China y todo el sudeste asiático su principal mercado, pero que lo hacen con modelos económicos destinados al transporte por zonas urbanas, y que necesita un salto adelante tecnológico, y sobre todo de precios, para lograr dar un paso adelante comercialmente.
Modelos eléctricos de LiveWire (2025)
Modelo | Potencia (CV) | Autonomía (urbana) | 0-100 km/h | Precio aprox. (€) |
---|---|---|---|---|
LiveWire ONE | 105 | 235 km | 3,0 s | 24.990 € |
S2 Del Mar | 84 | 177 km | 3,1 s | 17.990 € |
S2 Del Mar Launch Ed. | 84 | 177 km | 3,1 s | 19.990 € |