Subviraje y sobreviraje: qué es cada uno, por qué se produce y cómo corregirlo

Subviraje y sobreviraje: qué es cada uno, por qué se produce y cómo corregirlo
La velocidad del coche es determinante a la hora de sufrir subviraje o sobreviraje. Imagen: Unsplash

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Publicado: 20/01/2023 17:12

La conducción de un vehículo implica tomar curvas y, en ocasiones, la velocidad de entrada, así como la que este lleva durante y a la salida de la misma, puede ser excesiva. Entonces, aparece el sobreviraje o el subviraje.

Cuando conducimos por encima de los límites de la adherencia de un vehículo, o muy al límite de esta, el coche se comporta de manera diferente y se vuelve más complicado de controlar.

Es entonces cuando podemos sufrir pérdida de agarre en uno de los dos ejes. Dependiendo de cuál de ellos sea, lo llamaremos de un modo u otro.

El sobreviraje es un término utilizado en automovilismo para describir una situación en la que las ruedas traseras pierden adherencia y provocan que el coche tienda a girar sobre sí mismo.

El subviraje es el término opuesto al sobreviraje, ya que describe la situación en la que las ruedas delanteras pierden adherencia y hacen que el coche tienda a seguir recto en la curva.

Por qué se producen el subviraje y el sobreviraje

Los coches con una distribución de peso desequilibrada hacia la parte delantera, o un peso total muy elevado, son más propensos a sufrir subviraje. También los coches con tracción delantera, que soportan la dirección y la transferencia de potencia en las mismas.

Una vía con baja adherencia será muy propicia al subviraje o sobreviraje. Imagen: Freepik

Los coches con una gran cantidad de potencia y tracción en las ruedas traseras son más propensos a sufrir sobreviraje debido a la tendencia natural de las ruedas traseras a perder adherencia en curvas.

Sin embargo, es importante mencionar que cualquier coche puede sufrir subviraje o sobreviraje si se conduce de manera inadecuada o si las condiciones de la carretera no son las correctas.

Cómo se corrigen el subviraje y el sobreviraje

Generalmente, para corregir el subviraje y el sobreviraje en un vehículo de calle, basta con circular a una velocidad normal y aplicar una conducción relajada y sin movimientos bruscos de volante, acelerador y freno.

Si el asfalto de la carretera ofrece buena adherencia, una conducción de este tipo deja mucho margen a los límites del coche, por lo que estos no serán alcanzados y el coche no llegará al punto de sufrir uno de estos fenómenos.

Además, existen varias formas de corregir el sobreviraje y el subviraje. Podemos resumirlas de este modo:

  • Ajuste de la suspensión: así se puede lograr una mejor distribución de la carga en las ruedas, lo que puede ayudar a prevenir el sobreviraje y el subviraje.
  • Distribución de peso: la distribución adecuada del peso en el vehículo puede ayudar a mejorar la estabilidad en curvas y prevenir el sobreviraje y el subviraje.
  • Cambio de neumáticos: utilizar neumáticos de alta calidad con un buen agarre puede ayudar a mejorar la adherencia en curvas y prevenir el sobreviraje y el subviraje.
  • Control de estabilidad: muchos vehículos modernos vienen equipados con un sistema de control de estabilidad que ayuda a mantener el vehículo estable en curvas y prevenir el sobreviraje y el subviraje.

No obstante, si tu vehículo tiene problemas de estabilidad en curvas mientras realizas una conducción normal, es recomendable llevarlo a un mecánico para que lo examine.

Qué hacer si sufres subviraje o sobreviraje

Si has llegado a un punto en el que sufres uno de estos dos fenómenos durante la conducción, entonces debes corregirlo para no sufrir un accidente.

En este vídeo se explica a la perfección qué hacer en caso de sufrir sobreviraje.

Si sufres subviraje, debes permitir que la velocidad disminuya para que las ruedas vean aliviada la carga y recuperen la trayectoria. Además, debes girar el volante hacia el interior de la curva.

En caso de sufrir sobreviraje, el giro de volante tiene que ser el contrario. Es lo que llamamos contravolante, ya que debes girar el mismo hacia el exterior de la curva (o hacia donde se desplaza el eje trasero si no hay curva) para compensar el movimiento del eje trasero y evitar un trompo o giro sobre el eje del vehículo. De igual modo, olvídate de los pedales y concéntrate exclusivamente en el volante hasta que hayas recuperado el control del vehículo.