Cada vez que nos movemos, estamos contaminando, la diferencia es la cantidad y esa cantidad está determinada, por nuestros hábitos de movilidad. En esta ocasión nos llega un curioso ejemplo de que incluso en bicicleta o utilizando medios de transporte públicos estaremos colaborando en ensuciar el aire que nos rodea, pero hasta ahora no teníamos ni idea de cuanto.
El estudio está realizado por la Federación Europea de Ciclismo (EFC) que ha enfatizado que una de las mejores formas de reducir nuestras emisiones es cambiar nuestras costumbres y aparcar el coche en favor de otros medios más sostenibles, como la propia bici o los medios de transporte públicos, los cuales también emiten contaminación pero a diferencia de los turismos, hasta ahora no teníamos ni idea de su cantidad aproximada. Como vemos, un ciclista emite el equivalente a 21 gramos cada kilómetro, 22 con una bicicleta eléctrica, mientras que si usamos un autobús, esta cantidad se dispara hasta los 101 gramos por kilómetro, y por su parte un coche particular son una media de 271 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
El estudio, PDF, está centrado en recorridos cortos, donde una bicicleta puede ser una alternativa real al medio de transporte privado. Una de las cuestiones que los creadores de este informe han recalcado, es que los datos han sido muy cautelosos y conservadores, ya que en cuanto a los vehículos privados, no se han tenido en cuenta cuestiones como las infraestructuras relacionadas con los coches, ni tampoco el transporte del combustible, lo que sumado podría hacer aumentar de forma importante la cifra de emisiones de estos.
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Fuente:
Treehugger
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