Se trata de uno de los movimientos más extraños que hemos visto en los últimos meses, el arranque de la producción del Ford Focus en tierras europeas, un modelo que apenas ha tenido éxito en su mercado natal donde en todo el 2012 apenas ha logrado entregar 685 unidades, una cifra a todas luces muy baja.
Pero a pesar de las señales del mercado de que el Focus eléctrico no es un modelo interesante, Ford no ha querido dejar la oportunidad de llevar su producción al viejo continente donde en breve comenzará su comercialización, una unidad que saldrá de la planta que el fabricante norteamericano tiene en la población alemana de Saarlouis, y de donde será distribuido a los países seleccionados para su comercialización.
Son muchas las interrogantes sobre el Focus eléctrico, empezando por conocer el precio que tendrá en nuestro mercado después de fracasar en el americano precisamente por ser extremadamente elevado, 39.990 dólares antes de ayudas, un coste que unido a una pobre distribución ha dado como resultado un paso casi desapercibido por el mercado.
A nivel técnico el Focus impulsado por electricidad tiene puntos positivos y negativos, como casi todos, y entre los primeros podemos destacar una apariencia neutra que le permite pasar desapercibido entre el tráfico, además de disponer de un motor 92 kW (125 CV) conectado a un pack de baterías de litio de 23 kWh, que le proporcionan unos 160 kilómetros con cada carga. Otro de los aspectos más destacables de este es el cargador interno de 6.6 kW, un elemento que le permite recuperar unos 100 kilómetros de carga en apenas 2 horas conectado.
Entre los puntos negativos además de excesivo precio, hay que destacar que como casi todas las adaptaciones de modelos con motor de combustión, el Focus pierde una buena parte de su capacidad de carga por culpa de las baterías, y un peso que supone nada menos que 317 kilos adicionales respecto al modelo gasolina que además le hace perder algo de dinamismo en las curvas.
Quedamos a la espera de que Ford confirme si se trata de un modelo con distribución internacional o solamente destinado a determinados mercados con fuerte demanda de eléctricos, y sobre todo de un precio que determinará si logra algunas ventas o al igual que le ha sucedido en los Estados Unidos, estas serán marginales comparadas con las de modelos como el Nissan Leaf o el Renault ZOE.
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