El EV-2 está de camino, aunque no gracias a GM
Muchos conoceréis al EV-1, uno de los modelos eléctricos más famosos de todos los tiempos que supuso todo un impacto cuando llegó al mercado en 1996 cuando los grandes fabricantes fueros empujados por la ley del aire de California, que les obligaba a tener una mínima oferta de coches eléctricos si no querían enfrentarse a multas por las emisiones de sus coches.
Pero si por algo es conocido este coche, además de ser un auténtico pionero, es por la nefasta gestión publicitaria de General Motors, que después de gastar millones en su desarrollo, se gastó otros tantos en presionar al gobierno de California para que retirase ese mandato, una acción en colaboración con otros fabricantes y la industria del petróleo, y que terminó con las infames imágenes del achatarramiento de la mayor parte de las unidades fabricadas, un golpe del que el fabricane norteamericano no se ha recuperado.
Pero unas pocas unidades sobrevivieron a ese desastre, la mayor parte de ellas entregadas a universidades y centros de investigación que los han mantenido como un pequeño tesoro, mientras que los menos han acabado en manos de algunos afortunados propietarios. Uno de estos está siendo objeto de un interesante experimento que consiste en trasplantar el motor de 102 kW del EV-1 e instalarlo en uno de los modelos más eficientes que recorren las carreteras norteamericanas, el Honda Insight de primera generación, un modelo que además del motor ha recibido un juego de cuatro ruedas procedentes del EV-1 original para aumentar su autonomía.
Uno de los principales cambios que tendrá este modelo será la batería, y de esa manera los 18.7 kWh de baterías de plomo que contaba el EV-1, dejarán paso a un moderno pack de baterías de litio con nada menos que 71.5 kWh de capacidad que según las primeras estimaciones le proporcionarán una autonomía de unos 640 kilómetros con cada carga, unas baterías fabricadas por Dow Kokam que a pesar de su elevada cifra de capacidad contarán con un peso de 453 kilos y que apenas supondrá un pequeño incremento del peso respecto a los 1.300 kilos del EV-1 original.
El proyecto está en estos momento al 80% de desarrollo y en breve dará como resultado una nueva versión que mezclará dos conceptos que en su momento han sido toda una revolución a nivel de eficiencia, tanto el EV-1 con su propulsión eléctrica y el Honda Insight, que a pesar de contar ya con 14 años en el mercado, sigue siendo uno de los coches más eficientes del mercado norteamericano.
Vía | Plugincars