Un nuevo estudio afirma que la recarga rápida no degrada las baterías de los coches eléctricos
Siempre hemos asociado a las recargas rápidas con una mayor degradación de la batería. Algo que muchos usuarios están comprobando por su propia cuenta que no es del todo cierto. Podemos ver a propietarios del Nissan LEAF perdiendo barras sin usar este tipo de infraestructura, al mismo ritmo que los que si están utilizando.
Otro ejemplo lo vemos en el Tesla Model S. Después de casi dos años, algunos propietarios están proporcionando datos de autonomía casi idénticos a los logrados en el momento de estrenar el coche, incluso usando la potente red de supercargadores de Tesla.
Ahora es la Universidad de Stanford, que junto con el el Instituto Stanford para Materiales y Ciencias de la Energía (SIMES) han publicado una primera parte de un estudio donde se ha analizado a fondo el impacto de las recargas rápidas en las actuales baterías de litio.
para los responsables de este estudio:
«Los resultados de estas primeras pruebas desafían la idea predominante de que recargar las baterías mediante tomas de alta potencia es más perjudicial para los electrodos que las recargas a baja potencia. Los resultados también sugieren los futuros desarrollos permitirán modificar los electrodos o cambiar la forma en que las baterías se cargan, para lograr un proceso de carga y descarga más uniforme, algo que dará como resultado una vida útil más prolongada»
Según Willian Cheh, uno de los autores del estudio «Esta investigación nos permite ver con detalle que sucede dentro del electrodo, y esto nos ha dejado comprobar por primera vez que el proceso de carga y descarga es sólo uno de los factores que determinarán la vida de la batería. Este trabajo nos ha permitido pensar de forma diferente sobre la degradación de este elemento»
Para el estudio, el equipo de la Universidad de Stanford han utilizado un cátodo de fosfato de hierro-litio (LiFePO4) al que han sometido a diferentes tipos de recarga. Posteriormente han enviado estas muestras a un laboratorio de la Universidad de Berkeley, donde usando una técnica especial, han logrado ver miles de nanopartículas de los electrodos, para comprobar su estado durante los procesos de carga y descarga.
El resultado es que durante el proceso de carga, incluso de carga rápida, sólo un pequeño porcentaje de nanopartículas han absorbido y liberado iones. Sin embargo, cuando la velocidad de descarga aumenta por encima de un cierto umbral, cada vez más partículas comenzaron a absorber iones simultáneamente.
Esto significa que sin grandes cambios, los científicos pueden desarrollar baterías mucho más resistentes a los procesos de carga y descarga, simplemente modificando el material del electrodo, lo que dará como resultado baterías con una vida útil más prolongada.
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Vía | Stanford