Son pocos los detalles que han trascendido de esta adquisición, pero según los medios norteamericanos, Volkswagen ha adquirido el 5% de la empresa QuantumScape. Una empresa formada por antiguos investigadores de la Universidad de Stanford, y que se ha especializado en baterías de electrolito sólido.
En una primera fase el fabricante alemán se ha hecho con una pequeña parte, y con la opción de ampliar su participación posteriormente. Un movimiento que amplia los horizontes de la investigación sobre baterías para coches eléctricos, que buscan desesperadamente mejorar sus capacidades.
Según la nota de prensa, esta batería podría triplicar la autonomía de los coches impulsados por un motor eléctrico. Las baterías con electrolito sólido suponen una mejora en cuanto a seguridad y estabilidad respecto a las baterías con un sistema líquido, pero sobre todo permitirá lograr mayores densidades energéticas. A esto habría que añadir aspectos como su resistencia a las temperaturas extremas. Un aspecto que además de mayor durabilidad, permiten prescindir de los sistemas de refrigeración, y por lo tanto lograr baterías más económicas.
Según el jefe ejecutivo de Volkswagen, Martin Winterkorn «Veo un gran potencial en esta nueva tecnología, que nos posibilitará alcanzar autonomías de hasta 700 kilómetros. Esto es más del triple de lo logrado por los actuales coches eléctricos»
Y es que a pesar de su tímido desembarco, los grandes fabricantes no tienen otra opción que invertir en este segmento en respuesta a la competencia de los fabricantes norteamericanos y asiáticos, además de las cada vez más agresivas medidas medioambientales. No sólo las que llegan desde los diferentes gobiernos, sino también como solución a los residentes en unas grandes ciudades cuyos gobiernos se han puesto en pié de guerra contra las motorizaciones, principalmente las diésel.
Vía | Bloomberg
