El gobierno renueva el acuerdo con FITSA para la gestión de las ayudas a los coches eléctricos

El pasado mes de junio, el gobierno contrató a la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA) para la gestión de las ayudas destinadas a los coches eléctricos, una privatización de unas gestiones que teoricamente agilizaría las entregas e incentivaría las compras.

Ahora hemos sabido que a pesar de la parálisis temporal que han vivido las subvenciones y la pobre eficiencia del formato seleccionado, el ministerio de industria ha renovado la concesión a FITSA, que seguirá encargándose de las gestiones de las ayudas a la compra de coches eléctricos.

Se trata de un tema que hemos visto repetido en nuestro foro en muchas ocasiones, gente que ha desembolsado el total de la compra del vehículo, y han tenido que esperar meses y meses para recibir la ayuda, algo totalmente injustificado dado el minúsculo volumen de ventas que los eléctricos tienen en estos momentos.

Las entregas llevan congeladas desde el mes de noviembre, fecha de entrega de las últimas ayudas y justo el momento del desembarco de los modelos de Renault, unos modelos cuyas ventas se han visto afectadas por esta absurdo paréntesis que únicamente ha servido para ahuyentar a posibles compradores.

También existe la preocupación entre los interesados en la compra de uno de los modelos eléctricos a la venta este año, tanto por la propia ineficacia del sistema, como por la pequeña cantidad de dinero asignada, la más baja hasta el momento, 10 millones de euros, que de confirmarse las peores expectativas, se terminarán justo con la llegada de los primeros Renault ZOE, lo que obligaría al gobierno a actuar de urgencia para dotar de más fondos a este plan.

Pero como hemos visto, la agilidad no es una de las cualidades de nuestras diferentes administraciones a la hora de la promoción de los coches eléctricos, por lo que a los que han realizado una reserva del ZOE, solamente les queda cruzar los dedos y rezar para que todavía haya fondos en el momento de la llegada de su unidad.

¿La solución? pues desde la barrera no parece demasiado complicada, asegurarse de que el plan de ayudas tenga suficientes fondos para todas las compras, y dejar claro públicamente que nadie se quedará sin ella, agilizar las entregas o simplemente, eliminando burocracia y copiando el sistema islandés de exención de impuestos a los coches eléctricos de menos de 30.000 euros.

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Fuente | El economista