El gigante alemán Bosh es una de las empresas que más invertirá en el mundo de la movilidad eléctrica y uno de los más interesados en que esta se convierta en mayoritaria lo antes posible, pero según sus analistas, para que esto suceda los coches deben alcanzar una autonomía mínima para conseguir atraer a los clientes.
Según Bosch, para el 2020 los coches eléctricos deben poder recorrer al menos 300 kilómetros con cada carga, una cifra que unida al aumento de las infraestructuras de recarga permitirá a este tipo de coches poder disparar su número de ventas y convertirse en una elección para un gran porcentaje de los compradores. Pero además este se convertirá en una industria sobre la que se creará un importante negocio y que será una gran fuente de puestos de trabajo.
Pero para lograrlo hay que desarrollar una tecnología que según los alemanes, ya está en camino, y donde Bosch invertirá unos 400 millones de euros al año en investigación y desarrollo en el sector de la movilidad eléctrica, una inversión que esperan les permita convertirse en una de las empresa líderes del sector.
Uno de los puntos más importantes para el coche eléctrico es que su industria crezca más allá del propio coche, y de esa manera se espera que estos se conviertan en vehículos conectados capaces de compartir información sobre su entorno, permitiendo aumentar la seguridad del resto de conductores, y permitiendo alcanzar una mayor eficiencia a la red eléctrica que será avisada cuando un coche realizará una recarga y para que la dimensión de la misma se adapte a cada momento.
Pero para lograr que la tecnología avance, no es suficiente con invertir en su desarrollo ya que hace falta gente preparada que afronte esta evolución, y de esa forma Bosch ha firmado acuerdos con diferentes universidades e institutos alemanes para conseguir que sus estudiantes puedan comenzar a prepararse para un futuro donde el coche eléctrico podría ser su trabajo, y donde necesitarán un currículum donde indique su preparación en este sector.
Lo que está claro es que el coche eléctrico será un gran negocio muy al contrario de lo que muchos piensan de que supondrá una pérdida de ingresos para los estados en impuestos a los carburantes, ya que además del negocio directo en fabricación y venta (según mejoren los coches la gente querrá cambiar el suyo) tendremos que sumar el mantenimiento, las actualizaciones, los servicios remotos (puntos de recarga, control del coche desde el móvil…) y que se completará con un impacto en las energías renovables que se verán directamente beneficiadas por la llegada del coche eléctrico, principalmente la eólica, y que generará una incontable cantidad de puestos de trabajo en toda Europa.
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Fuente | Bosch
