Finalmente la fiscalía de Álava abrirá una investigación sobre el fracaso del proyecto Hiriko, una investigación que se ha puesto en marcha después de la denuncia de varios trabajadores que han dado a conocer presuntas irregularidades de una gestión que ha llevado a Hiriko a un punto muerto.
La idea no era para nada mala, crear un coche totalmente eléctrico que no compitiese contra los potentes fabricantes tradicionales, ofreciendo un producto diferente pensado para iniciativas de movilidad urbana y que respondían a una necesidad de cambio en la forma de moverse en unas urbes cada vez más congestionadas de tráfico y asfixiadas por la contaminación.
Para lograrlo se creó un cluster tecnológico en la zona de Vitoria donde se desarrollarían sus componentes electrónicos que contemplaban desde motores en rueda o un moderno sistema de dirección, todo con el objetivo de crear al menos 800 puestos de trabajo directos que además de el Hiriko, se encargarían de diseñar y fabricar soluciones dentro del sector tecnológico.
Para llevar adelante el proyecto el gobierno vasco y el central inyectaron una importante cantidad de dinero, y de esa manera según la fiscalía al menos 15 millones de euros llegaron del gobierno de Madrid, y otros muchos de forma indirecta desde el gobierno vasco, un dinero que ahora ha desaparecido mientras que el proyecto Hiriko ha entrado en una vía muerta sin atisbo de recuperación.
Las implicaciones políticas son realmente llamativas, ya que la investigación pone sobre la mesa la cercanía que los directivos de Hiriko tenían con el gobierno vasco, una cercanía que les ha valido para captar una gran cantidad de capital a pesar de tratarse de un proyecto que desde un principio sonaba muy extraño, empezando por un diseño que no aportaba nada nuevo al sector y que a todas luces resultaba inviable por su complejidad, con un cuerpo del vehículo plegable que ha sido una de las causas de la muerte del proyecto.
Ahora todo está en manos de la justicia que deberá determinar si Hiriko ha sido un chiringuito de unas personas que se han dedicado a captar fondos públicos, o si realmente el fracaso de Hiriko ha tenido que ver con causas como la crisis económica o defectos de fabricación.
Vía | El Correo
