Gogoro es el curioso nombre de un scooter eléctrico con poco de original, más allá de su aspecto, pero que cuenta con una buena ración de motivos para convertirse en una realidad comercial.
Diseñado por antiguos ingenieros y diseñadores de HTC, Gogoro ha logrado financiación sin grandes artificios ni presentaciones misteriosas. El producto parece que se vende por si solo y gracias a esto han logrado captar nada menos que 150 millones de dólares en los últimos tres años. Nada mal para un simple scooter eléctrico.
Monta un motor de 6.4 kW (8.7 CV) que le permiten alcanzar los 50 km/h en 4.2 segundos y hasta una velocidad máxima de 95 km/h. Un motor diseñado por el equipo de Gogoro que cuenta con rotor único, engranaje planetario integrado y un eficiencia del 98%, que transmite su fuerza mediante una correa de carbono.
Pero sin duda la gran protagonista del conjunto es la batería. La Gogoro lleva dos baterías extraibles formadas por celdas 18.650 de Panasonic. Entre las dos puede lograr una autonomía de unos 100 kilómetros con cada carga. Unas baterías que cuando reduzcan su nivel de carga tendrán un segundo uso, como prefieren decir los responsables del proyecto antes que reciclaje, y que servirán para aplicaciones como el almacenamiento de energías renovables y otros usos similares.
Lo más original del proyecto es que la Gogoro no tiene un enchufe donde recargar sus baterías. En lugar de esto se ha creado una estación donde el usuario podrá cambiar sus baterías por otras cargadas. Estas GoStations tienen capacidad para 8 baterías y nos recuerdan a los sistemas de Better Place, pero en lugar de varios millones de euros cada una, en este caso la inversión es de apenas 10.000 dólares cada una.
Además su compacto tamaño permite su instalación en casi cualquier lugar, sin más infraestructura que un sencillo enchufe que recargue las baterías en espera.
No le faltan a la Gogoro elementos como su propia aplicación para el móvil, e incluso las baterías llevan conectividad NFC que nos permite conocer los detalles de su estado, carga y hábitos de recarga de los usuarios. La iluminación tiene su propio protagonismo, con luces LED que podremos customizar tanto en colores, como en formas.
Evidentemente el cliente particular no es el objetivo de este proyecto. Este cuenta con un gran potencial en los sistemas de moto sharing (alquiler por cortos espacios de tiempo) y también en las flotas privadas, como los repartidores de comida rápida o de paqueteria.
Nos falta conocer el precio de la moto, presentada en el CES de Las Vegas, que de salir con un coste razonable podría lograr hacerse un hueco en un pujante mercado que ofrece importante benéficos para los que quieran aprovecharlos, desde un menor coste en cuanto a combustible, y menor coste de mantenimiento.
Fuente | Gogoro
