En una entrevista concedida a una cadena de radio americana, el presidente de Tesla, Elon Musk, afirmó que el problema energético es es el mayor problema que vamos a afrontar en este siglo. Concretamente, mencionaba que debemos conseguir poder producir y consumir energía de una manera sostenible, y aconsejaba a la sociedad a tomarse el problema como algo serio.
Y razón no le falta. El 90% del sector del transporte en Estados Unidos depende del petróleo, un recurso del que cada vez quedan menos reservas y son más difíciles de extraer. «Nuestro comportamiento parece de locos» afirmó Musk.
Debido a las enormes emisiones de CO2, estamos cambiando la composición química de la atmósfera, algo que probablemente cambiará el comportamiento del planeta tal y como lo conocemos. «Es de lejos el experimento más tonto que ha hecho el ser humano» dijo irónicamente el presidente de Tesla.
Pero el problema no es solo medioambiental. «Algún día las reservas de petróleo se acabarán y como no encontremos una alternativa al petróleo, la economía se colapsará y será el fin de la civilización» o por lo menos, el fin de la civilización tal y como la conocemos.
Musk recordó que hoy en día los coches eléctricos se mueven, en parte, gracias al carbón. Por eso, se posicionó a favor de las energías renovables. No nos debemos olvidar de que también tiene participación en SolarCity, fabricante de paneles solares.
Siempre hemos sabido de las motivaciones de Musk. Además con estas declaraciones consigue un doble objetivo: por un lado concienciar a la sociedad, y por otro, cuanta más gente concienciada mejores resultados obtendrán sus empresas.
Fuente | Bussinesinsider
