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Noruega está preparada para ser 100% eléctrica en 2025

Noruega es actualmente uno de los mercados más maduros a nivel de implantación del coche eléctrico. Con una cuota combinada entre eléctricos puros e híbridos enchufables de más del 50%, está claro que el país nórdico es de los más preparados para afrontar el futuro. Además, al obtener casi el 100% de su energía de fuentes renovables, la sostenibilidad está asegurada.

Precisamente por ello, la mayor parte de fabricantes occidentales priorizan el desembarco de sus modelos eléctricos en Noruega frente a otros mercados, como es el caso de Opel con su Ampera-e. En 2017, el 20% de todos los coches nuevos fueron eléctricos a baterías (sin contar híbridos enchufables), y el propósito del gobierno del país es que para 2025 sólo se vendan coches eléctricos en Noruega.

El recién nombrado ministro de clima Ola Elvestuen apoya este ambicioso objetivo: «Las condiciones favorables para los automóviles eléctricos en Noruega continuarán hasta alcanzar el objetivo«, declaró recientemente en una conferencia.

Una encuesta desvela que casi la mitad de los noruegos comprarán un coche eléctrico cuando tengan que cambiar su actual coche. Sin embargo, cabe preguntarse si la red eléctrica noruega estará preparada para soportar semejante cambio en tan pocos años. Sonja Monica Berlijn, de la compañía de operaciones energéticas Statnettafirma, declara:

«[…] a pesar de que la cantidad de coches eléctricos está aumentando, el consumo de electricidad aumenta a un ritmo más lento. Incluso cuando todos los coches funcionen con electricidad, sólo aumentará el consumo de electricidad en Noruega en un 6%, y si la carga se realiza de forma inteligente, la carga máxima aumentará solo un pequeño porcentaje«.

Actualmente en Noruega (que es un país productor de petróleo) se necesitan hasta 6 kWh de electricidad para refinar 1 galón de gasolina. Dicho galón de gasolina contiene aproximadamente 40 kWh de energía química, y cuando se quema en un motor, aproximadamente el 75% se pierde en forma de calor, dejando 10 kWh para la propulsión. Por lo tanto, lo más sostenible para Noruega sería utilizar directamente dicha electricidad en coches eléctricos en lugar de en el refinado de petróleo, haciendo que apenas varíe el consumo eléctrico final.

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Fuente | Clean Technica

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