¿Cuánto se degradan las baterías de los vehículos Tesla con el uso y los kilómetros?
Los coches eléctricos son, en líneas generales, más fiables que los de combustión. Esto se debe principalmente a que los componentes mecánicos son mucho más sencillos; sin ir más lejos, los motores eléctricos apenas tienen una pieza móvil, frente a las decenas de los motores térmicos. Además, tampoco tienen caja de cambios, y su mantenimiento es mucho menor.
Sin embargo, hay un componente de los coches eléctricos que suele preocupar mucho a los consumidores por su posible envejecimiento prematuro: las baterías. Con el uso, las baterías de los coches eléctricos tienden a degradarse y a perder capacidad, lo que puede significar en algunos casos que el vehículo pierda una fracción importante de su autonomía inicial.
Normalmente, las baterías de los coches eléctricos suelen tener una garantía de ocho años, cambiándose de forma completamente gratuita si la capacidad de la batería es inferior al 75% (esta cifra depende de la marca). A pesar de ello, la degradación prematura de las baterías es un inconveniente que echa para atrás a algunos clientes a la hora de pasarse a los coches eléctricos.
En este contexto, ¿cómo se desenvuelven los vehículos Tesla en este campo? La marca de coches eléctricos premium tiene fama de equipar a sus modelos con baterías bastante resistentes al paso del tiempo y al uso. Equipadas con celdas Panasonic y con un sistema de refrigeración líquida bastante eficaz, su nivel de degradación es según los usuarios inferior al de otros coches eléctricos. ¿Es esto así?
De acuerdo con este archivo, que recoge datos de degradación de numerosos vehículos Tesla, sí: las baterías de los coches en casi ningún caso han bajado del 90% de capacidad. Por lo tanto, estamos hablando de un envejecimiento de las baterías bastante bueno, sobretodo teniendo en cuenta que los modelos Tesla se venden en toda clase de lugares, tanto con climas muy fríos como muy cálidos.
Normalmente, las baterías de los Tesla se degradan un 5% durante los primeros 80.000 kilómetros, y después la curva de degradación se estabiliza hasta convertirse casi en una línea horizontal, disminuyendo la capacidad de forma mucho más lenta. Podemos ver el caso de un Model S P85 que tras 276.500 km, todavía retiene el 89,8% de su capacidad original.
Estos datos contrastan con los de otros modelos. Sin ir más lejos, el Nissan LEAF dotado de baterías de 30 kWh de capacidad y con un sistema de refrigeración de tipo pasivo, suele tener una degradación del 15% durante los dos primeros años de uso.
Fuente | carsguide