Con la nueva generación de coches eléctricos ¿tienen los híbridos enchufables los días contados?

Esta semana hemos conocido que Audi eliminará de la oferta el Q7 híbrido enchufable en mercados como el de Holanda. Un movimiento que para algunos responde a la búsqueda de maximizar el impacto que tendrá el etron. El primer coche eléctrico de Audi que compartirá segmento precisamente con el Q7.

La cuestión es que sea o no una maniobra de protección o simplemente publicitaria, está claro que la llegada de la nueva generación de coches eléctricos, con autonomías de más de 400 kilómetros reales y sistemas de recarga de 150 kW, los desplazamientos largos serán cada vez un problema menor.

Y es que el principal motivo de mucha gente para comprarse un híbrido enchufable es por poder disfrutar de su modo eléctrico en el día a día, y al mismo tiempo poder realizar sus desplazamientos más largos en aquellas jornadas de vacaciones que obligan a realizar una buena ración de kilómetros cada día. Se puede añadir a las razones de compra la ausencia de una red de recarga que sobre todo en el centro y norte de Europa, crece de una forma bastante rápida.

En el caso del Audi etron, se ha confirmado que este podrá acceder a recargas de hasta 150 kW. Algo que le permitirá en una toma de esta potencia recuperar unos 130 kilómetros de autonomía en 10 minutos conectado. Una cifra que ya parece bastante elevada como para poder hacer viajes moderadamente largos. Por supuesto también podrá recargarse en tomas de recarga lentas, y aceleradas en el destino.

Pero hablamos de un coche que llegará este 2018 al mercado. En el horizonte cercano podemos ver sistemas que permitirán alcanzar en apenas 2 años potencias de 350 kW. Una cifra que multiplicará las posibilidades llegando a poder cargar un vehículo dotado de un sistema compatible con estas potencia unos 300 kilómetros en poco más de 10 minutos.

Ante este escenario, sumado el aumento también de unas autonomías que ya en esta nueva generación llega a los 400 kilómetros reales, queda por ver como reaccionará el público ante los híbridos enchufables. Unos modelos que a priori también deberían actualizar sus propuestas aumentando la autonomía eléctrica. El principal problema es que estos suelen estar basados, como le sucede al Q7, en un modelo de combustión, y el espacio para baterías está muy limitado. Tanto como sus posibilidades de mejora.

En el caso de Audi, el cliente tendría ante si la decisión de optar por el etron, con su sistema 100% eléctrico, sus 400 kilómetros de autonomía reales, y una potencia de 370 kW (504) con un precio que arrancará en los 80.000 euros. Por su parte el Q7 enchufable dispone de un sistema híbrido enchufable diésel, una potencia total de 373 CV, y una batería de 17.3 kWh que le proporciona una autonomía en modo eléctrico de 40 kilómetros reales. Una autonomía que podrá recuperar solo con una toma de hasta 7.2 kW. Todo con un precio que arranca en los 82.960 euros.

La pregunta entonces es: Con la nueva generación de coches eléctricos ¿tienen los híbridos enchufables los días contados? o por lo contrario continuarán aumentando sus ventas sustituyendo a modelos con motor de combustión interna.