AKASOL, fabricante de baterías para autobuses eléctricos, indica que para 2020 aumentarán la densidad energética de los packs un 35%

Uno de los principales retos a los que se enfrenta la electrificación del transporte pesado, es precisamente el peso y el volumen que ocupan las baterías. Unos packs que comprometen el diseño de sectores como los autobuses, y que suelen suponer una buena parte del peso total de vehículos como los modelos eléctricos.

Pero la tecnología está evolucionando de forma imparable. Un ejemplo nos llega desde el fabricante alemán AKASOL, encargado entre otros de suministrar packs de baterías a los autobuses eléctricos de Mercedes y de Volvo.

Estos han confirmado que el desarrollo de las baterías está siendo imparable, a lo que se suman las nuevas técnicas para desarrollar los packs y la adaptación mecánica de los nuevos vehículos. Algo que unido supondrá que en apenas dos años se incremente la densidad energética de este tipo de acumuladores un 35% respecto a las cifras actuales.

Esto en la práctica supondrá que un modelo dotado de una batería de AKASOL, podrá pasar de almacenar 243 kWh con el sistema actual, a 330 kWh para 2020. Todo manteniendo el mismo peso y ocupando el mismo espacio. Algo que en la práctica permitirá que los modelos eléctricos de Daimler logren pasar de los 200 kilómetros de autonomía actuales, a unos 250 km.

Unas baterías que como las actuales, son capaces de acceder a recargas ultra-rápidas de hasta 300 kW. Y además con una amplia vida útil que garantiza un sistema de refrigeración de las baterías por líquido, que asegura mantener el pack en una temperatura constante de 25 grados. Algo que además tiene como consecuencia el poder operar en diferentes condiciones climáticas, tanto de frío intenso como de calor, sin que la autonomía o la vida de las celdas se resienta.

Fuente | AKASOL