Es un clásico del verano. Hablamos del argumento de muchos escépticos con el coche eléctrico que suelen desenfundar sus pistolas con el discurso de que el coche eléctrico no es totalmente limpio ya que parte de la producción eléctrica procede de fuentes sucias como el carbón. Algo que lleva a muchos a soltar sin pudor que «el coche eléctrico contamina».
Pero los recientes estudios confirman que incluso alimentándose de carbón, el coche eléctrico es siempre menos contaminante que los modelos impulsados por diésel o gasolina. Un beneficio que además se incrementa según aumenta la presencia de energías renovables en el mix energético.
Esa es la conclusión de la investigación realizada por la división de energía de Bloomberg, que ha concluido que el pasado año las emisiones de dióxido de carbono de los eléctricos eran aproximadamente un 40% más bajas que las de los modelos dotados de un motor de combustión interna. Y eso hablando sólo de CO2, cuando un motor diésel o gasolina emite otros gases mucho más peligrosos para la salud.
La diferencia fue mayor en el Reino Unido, que tiene una fuerte presencia de renovables, mientras que en otros mercados como China la diferencia es menor por su fuerte dependencia del carbón. En el caso de los británicos, se espera que para 2040 las emisiones de la producción de electricidad baje un 90%, mientras que otros países industrializados como Japón lo harán un 30%.
El informe aporta datos a un intenso debate sobre las emisiones de los coches eléctricos durante su vida útil por la producción de la electricidad para alimentar sus baterías. La investigación de Bloomberg concluye además que los coches eléctricos se volverán más limpios en los próximos años a medida que las eléctricas cierren las plantas de carbón y obtengan más energía de los parques eólicos y solares, un proceso que está en marcha en los principales mercados del automóvil.
A nivel global, la cuota de producción con fuentes libres de emisiones crecerá desde el 38% actual, hasta el 63% en 2040. Esto permitirá que la energía producida para alimentar los coches eléctricos baje una media de entre el 3 y el 10% anual hasta 2040, mientras que la mejora de las motorizaciones diésel y gasolina apenas llegará al 1.9%.
Según Colin McKerracher, analista de transporte de Bloomberg.»Cuando un vehículo de combustión interna sale de la línea, se establecen sus emisiones por km, pero para un vehículo eléctrico siguen cayendo cada año a medida que la red se limpia».
En el caso de España, podemos ver que el pasado año el 40% de la producción de electricidad ha procedido de las fuentes renovables, con la eólica como principal protagonista con el 19,8% del total. Le ha seguido la hidráulica, con el 13,7%, y la solar con el 4.8%. Tecnologías a las que podemos sumar una nuclear que no realiza emisiones directas, y que el pasado ejercicio ha protagonizado el 21.4% de la producción eléctrica en nuestro país.
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Vía | Bloomberg