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Los conductores franceses quieren coches eléctricos, pero muchos dudan debido a la falta de información

Muchos son los países que están llevando a cabo cambios en sus ciudades para adaptarse a la nueva movilidad eléctrica, tanto para coches privados como para transporte público. En Europa, el país más avanzado en este sentido continúa siendo Noruega, pero otros territorios como Francia, están creando medidas para aumentar la implantación del coche eléctrico y, de esta forma, mejorar la calidad de vida en las urbes, reduciendo las emisiones y el ruido generado por los vehículos de combustión interna.

Francia cuenta con varias formas de incentivar el uso del coche eléctrico, pero tal vez la más importante sea la prohibición que planea implantar el gobierno para el año 2040 con la prohibición de todos los coches de combustión interna. París se adelantará diez años y lo hará para el año 2030. Sin embargo, solo el 2% de los coches vendidos en Francia en el año 2018 fueron totalmente eléctricos o híbridos enchufables, principalmente debido a que los conductores están basando las decisiones de compra en datos e información anticuada sobre el rendimiento de los coches eléctricos y el coste total de compra y mantenimiento de tener uno en propiedad.

Lo que está ocurriendo en Francia es parte de un problema global que afecta a la venta de los coches eléctricos, la desinformación. Aunque la tecnología de los coches eléctricos está mejorando año tras año y cada vez son más asequibles, pocos conductores están al tanto de estas novedades. 

En un reciente estudio llevado a cabo por la consultora Oliver Wyman con más de 1.000 conductores franceses, se ha concluido que el 76% de ellos están interesados en comprar un coche eléctrico, pero la mayoría aún dudaba sobre ellos debido a que piensan que las limitaciones de las baterías aún no les permiten hacer viajes más o menos largos. El 56% de los encuestados creen que la autonomía de los coches eléctricos es demasiado reducida o piensan que los coches eléctricos resultan más caros que un coche de combustión interna a largo plazo.

¿Cuánto de esto es cierto? Mientras que la mayoría de los franceses encuestados piensan que las autonomías de los coches eléctricos son, de media, de unos 250 km como máximo, la realidad es que la autonomía media de un coche eléctrico ya ronda los 300 km. Con estas autonomías pueden usarse en trayectos del día a día en la mayoría de los casos, incluso sin necesitar cargarlos en cada jornada.

Lo que sí es cierto, es que los coches eléctricos son más caros que sus equivalentes de combustión interna, pero únicamente en su compra. Un modelo de combustión interna con un equipamiento medio en Francia, saldría por aproximadamente unos 18.000 euros, su equivalente eléctrico costaría en torno a los 32.000 euros, sin embargo, gracias a las ayudas del gobierno francés, el coche eléctrico sale por unos 26.000 euros. 

Las ayudas económicas en Francia las otorga el gobierno central. Pero hay regiones en las que además, se proporcionan unas cantidades extra para ayudar e incentivar la compra de los coches eléctricos aún más si cabe. En la región de París, por ejemplo, la ayuda va de 5.000 a 6.000 euros. Estas ayudas implican la entrega para achatarramiento de un vehículo diésel o gasolina, y que permite a los usuarios que puedan acceder a ambas ayudas que el eléctrico les saldrá por unos 21.000 euros.

Un precio muy cercano del modelo gasolina que se logra gracias a las ayudas públicas, pero que muchos usuarios reconocen desconocer.

Según el estudio, muchos conductores franceses tampoco ven el ahorro a medio y largo plazo que supone un coche eléctrico al carecer de mantenimientos de importancia, ni tener la necesidad de repostar combustible cada ciertos kilómetros. Por ejemplo, en Francia cuesta alrededor de 5 euros cargar un coche eléctrico en una toma doméstica (5 euros para 300 km o 1.6 euros cada 100 km) mientras que el precio de repostar un coche diésel está en 1.43 euros el litro, por lo que 100 kilómetros necesitarán al menos 8.58 euros.

Pero a pesar de que la diferencia de coste operativo es muy evidente, cuatro de cada cinco consumidores que han participado en el estudio pensaban que los costes de recargar un eléctrico eran más altos, y más del 50% de los participantes calculó la cifra entre 4 y 10 veces más de lo que resulta en realidad. De nuevo un ejemplo de que la falta de información es un problema bastante grave.

Según un estudio de la organización francesa UFC Que Choisir, el coste total de compra y mantenimiento de una berlina eléctrica de tamaño medio en los primeros 4 años será de un 3,4% menos que el de un coche diésel equivalente. Eso a pesar de que la depreciación del valor de los coches eléctricos será de media 3.100 euros mayor que un modelo diésel o gasolina. Una diferencia que se compensará con creces con los ahorros operativos.

Los fabricantes se encuentran en la actualidad aumentando la producción de su gama eléctrica, preparándose para un futuro en el que este tipo de coches parece que protagonizará la industria del automóvil. En Francia, como en otros países, se encuentran con la problemática de que la demanda de eléctricos supera a la oferta de vehículos disponibles, no hay producción suficiente.

Pese a la baja cuota de mercado de la que disponen los coches eléctricos e híbridos enchufables en Francia en la actualidad, se espera que las ventas de estos se disparen en los próximos años, ayudados por las subvenciones del gobierno francés, pero también por la reducción del coste de compra de este tipo de vehículos y las mejoras en su tecnología.

Algo que empujará para abajo los costes de producción, y con ello los precios de los eléctricos.

Fuente | Forbes

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