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Estas son las tecnologías candidatas a ganar la carrera de las baterías para los coches eléctricos

El progreso de la tecnología de las baterías y la electrificación de los coches ha resultado en grandes cambios para nuestro entorno tecnológico. En la actualidad, la competencia entre las diferentes tecnologías de baterías permite mejoras en la capacidad energética, eficiencia y autonomía en el caso de los coches eléctricos. En los últimos tiempos, ha sido la combinación entre tecnología de baterías y química la que determinará cuál será la vencedora en el futuro.

Las baterías de iones de litio existen desde la década de los 80, pero este tipo de celdas se han hecho más conocidas por su utilización en los últimos años en los coches eléctricos. Una aplicación que cada vez requiere más autonomía, más capacidad energética en menos espacio físico y mayor seguridad.

La adopción de una tecnología antes que otra, vendrá de factores externos como el coste de producción, la oferta y demanda de ese tipo, y las inversiones de compañías o gobiernos en el sector.

Con el aumento del interés en los vehículos eléctricos y el crecimiento de la demanda de soluciones de almacenamiento de energía como baterías, la demanda del litio para su uso en automoción alcanzó las 34.000 toneladas de carbonato de litio en 2017. Se espera que esta demanda se duplique para el final de la década.

Los cuatro tipos de tecnologías de baterías más utilizadas en la actualidad son:

  • Óxido de litio y níquel-manganeso (NMC): Cuentan con el 28% del mercado global de las baterías de coches eléctricos y se harán con el 67% para el año 2027.
  • Níquel-cobalto-aluminio (NCA): Cada vez más interesantes debido a su aumento en densidad energética (> 280 Wh/kg). Más estables gracias al aluminio.
  • Batería de litio-ferrofosfato (LFP): La demanda global se duplicará en más de 200.000 toneladas al año. Se espera que Asia domine el mercado para su uso en coches eléctricos.

  • Óxido de litio-cobalto (lCO) y Óxido de litio-manganeso (LMO): Son las baterías que antes comenzaron a utilizarse, las pioneras. Las baterías LMO se usan de forma conjunta con las NMC en los vehículos eléctricos, habiendo debutado en el Mitsubishi i-MiEV producida por Toshiba Battery. Es una tecnología más barata de producir. 

La investigación y desarrollo ha conseguido un gran progreso en el rendimiento de las baterías de iones de litio, pero la seguridad es aún una desventaja de estas tecnologías debido a que muchas contienen cobalto, un componente tóxico y peligroso para las personas y que puede causar degradación en las baterías a altas temperaturas.

El principal productor de cobalto a nivel mundial es la República Democrática del Congo, responsable del 64% de la producción de cobalto en el año 2017. Para el año 2025, se prevé que este país africano se haga con el 80% de la producción mundial, lo que incrementará el precio del cobalto.

Las baterías de níquel (níquel manganeso cobalto, NMC) han evolucionado para usar tres veces menos cantidad de cobalto en las baterías más modernas, reemplazando el cobalto por el níquel. Pese a que los precios del níquel han bajado recientemente, la alta demanda de este elemento químico ha causado un aumento en los precios.

En cuanto al litio, su mercado está valorado en 2,86 mil millones de euros de forma global. Su consumo aumentará de 240.000 toneladas en la actualidad a 1,7 millones de toneladas para el año 2040, siendo Australia, Argentina y Chile los principales productores.

Fuente | Battery China

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