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Desarrollan unas baterías para coches eléctricos capaces de cargar 100 veces más rápido que las actuales. Entre 350 y 1.500 kW y cargas en 15 segundos

Aunque el propietario de un coche eléctrico en la actualidad cargue la práctica totalidad de las veces en su casa a velocidades contenidas, es evidente que para la expansión de la tecnología por el resto de segmentos será necesario el poner en marcha infraestructuras de recarga pública, e incluso hacer que parte de la red alcance cifras de potencias elevadas para facilitar el paso de un elevado volumen de vehículos por hora. Pero para eso hacen falta además de puntos de carga rápidos, también baterías capaces de aceptar elevadas potencias.

Ahora la empresa británica Zapgo ha presentado los primeros resultados de unas pruebas con unas nuevas celdas dotadas de un electrolito sólido y carbono (C-ion), que prometen aceptar unas potencia de carga capaces de ofrecer velocidades hasta 100 veces las actuales.

Según los responsables del proyecto «Nuestro objetivo final es hacer que los coches eléctricos disponibles recuperen su autonomía a la misma velocidad que vehículos gasolina y diésel. Debido a los riesgos de seguridad involucrados con las baterías de litio, sería difícil para esta tecnología alcanzar los mismos niveles. Incluso el nuevo tipo de baterías de litio de estado sólido requiere ingeniería de producción, enfriamiento y seguridad que siempre hará que los vehículos eléctricos sean más caros”.

Una de las ventajas de las celdas con carbono es que se pueden alojar en los componentes estructurales de un vehículo, como el chasis y los paneles, lo que permite que el vehículo acepte la carga de manera segura a un ritmo más rápido que los vehículos eléctricos actuales.

Cuidados básicos para la batería de un coche eléctrico

Durante las pruebas los responsables de Zapgo han llegado a someter a las baterías a potencias de carga que han ido desde los 350 kW, a los 1.5 MW. Algo que les ha permitido recargar una batería en apenas 35 segundos.

Un aspecto que les abren las puertas de otros sectores, como el almacenamiento de energía de la red eléctrica, que necesita grandes cifras de potencia de entrada y salida en cortos periodos de tiempo, y donde esta tecnología puede ofrecer una excelente alternativa de futuro. Algo de lo que se beneficiarán las intermitentes energías renovables.

Por si esto no fuese suficiente, estas celdas habrían demostrado también que pueden ser una alternativa más económica y sostenible en cuanto a los materiales que la componen, ya que prescinde de litio y de cobalto, algo que supone un menor coste y una mayor seguridad al no contar con un electrolito líquido.

Unas celdas que también ofrecen en las pruebas realizadas un rendimiento excelente en cuanto a vida útil, llegando a los 100.000 ciclos. Momento tras el cual todos sus componentes pueden reciclarse.

Una tecnología con un enorme potencial que hasta ahora se ha chocado con aspectos como su pobre densidad energética. En 2017 las cifras se situaban a medio camino entre las celdas de litio y los supercondensadores, con unos 56 Wh/kg. Lejos de los 250 Wh/kg que lograban por aquel entonces los packs de litio. Un aspecto que esperan poder mejorar en los próximos meses, para convertir a esta tecnología en una alternativa viable para el almacenamiento tanto en usos como el transporte, así como para ser usado en tecnologías como la electrónica de consumo o el almacenamiento de energía estacionaria.

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Más info de las celdas | ZapGo-White-paper (PDF)

Fuente | Zapgo

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