Los coches eléctricos y su comportamiento en situaciones de frío extremo en zonas como el Yukón

El Yukón​ es uno de los tres territorios que, junto con las diez provincias, conforman las trece entidades federales de Canadá. Un espacio natural famoso en todo el mundo por la extracción de oro que hace más de un siglo llevó a miles de mineros a buscar suerte en la zona. Un lugar donde el invierno llega con temperaturas brutales que para muchos podrían ser prohibitivas para tecnologías como el coche eléctrico.

Pero a pesar de su reducido número, los eléctricos están mostrando que pueden ser una alternativa muy interesante incluso en este ambiente tan desfavorable. Al menos así lo indican los pocos conductores que cada día se lanzan a la carretera a los mandos de uno de los Nissan LEAF o Tesla Model 3 que ya circulan por la región.

Uno de estos propietarios ha adquirido una unidad del flamante Model 3. Un modelo que ha tenido que traer desde la tienda más cercana situada en Vancouver, a más de 2.000 kilómetros de distancia. Todo un reto ya solo llevarse el coche a casa por una ruta en la que no hay apenas puntos de recarga.

En cuanto al rendimiento, el propietario indica que nota una pérdida de autonomía circulando durante el invierno. Una temporada en la que las temperaturas diurnas pueden llegar de los 39 grados bajo cero, y que tiene como consecuencia que a pesar del excelente sistema de refrigeración de las baterías, el Model 3 pierda un tercio de su autonomía. Algo que le deja todavía un buen margen que estará en torno a los 300 kilómetros con cada carga que el conductor indica cubre de sobra sus necesidades de movilidad.

Otros conductores han optado por el Nissan LEAF. Un modelo en este caso de primera generación que compraron de segunda mano, y que de serie cuenta con menos autonomía y que además no tiene sistema de refrigeración en su batería. Para los propietarios de este modelo no ven tampoco una caída demasiado elevada en la autonomía de su coche, ya que suelen usar la pre-climatización del habitáculo, y evitan usar el climatizador del coche, solventando la cuestión del frío con su ropa de invierno, y el sistema de calefacción del volante y los asientos.

A pesar de todo la autonomía de su LEAF en los meses más fríos baja hasta los 80 kilómetros. Una cifra que también cumple de sobra con sus recorridos diarios que son de 40 km por jornada, y que puede resultar algo llamativa si tenemos aspectos como de que hablamos de un LEAF del año 2012 (primera generación) que se debe mover en un ambiente tan gélido. Algo que supone no sólo más frío para la propia batería, sino el usar neumáticos de invierno con menos eficiencia que los de verano.

Lo que más destacan los propietarios de estos coches eléctricos del Yukón es que estos están siempre listos para ser usados. No hay problemas con el arranque incluso cuando se quedan aparcados en plena calle. No sólo eso, gracias a la pre-climatización pueden subirse a su coche con el interior más caliente, lo que incrementa la comodidad en el día a día.

Además de 12 coches eléctricos puros, en el Yukón hay registrados otros 105 híbridos. Entre ellos está una unidad del Toyota Prius enchufable, propiedad de una pareja de jubilados. Un modelo con el que llevan recorridos 1.600 kilómetros, y que a pesar de la pequeña autonomía de su modo eléctrico, 40 km ciclo EPA, de momento no han necesitado encender en ningún momento el motor gasolina en sus pequeños recorridos hasta el centro de la ciudad, situada a 10 kilómetros. Algo que nos indica que como mínimo el Prius ofrece unos 20 km en modo eléctrico en este escenario.

El principal problema para los coches eléctricos de la zona son los desplazamientos largos. No sólo por autonomía, que no es un problema para los modelos de nueva generación, sino por la ausencia de puntos de recarga. Y es que en toda la región del Yukón apenas hay dos estaciones de carga para un territorio ligeramente más pequeño que España.

Otro problema es el tipo de vehículo que se suele comprar en esta zona. Una región con dificultades en las carreteras en los meses de invierno, que lleva a la mayor parte a adquirir camionetas con tracción a las cuatro ruedas. Una oferta que todavía no ha llegado a cubrir el sector del coche eléctrico.

Vía | CBC