Expertos quieren adelantar la prohibición de coches gasolina y diésel en el Reino Unido al año 2030
3 min. lectura
Publicado: 21/05/2019 09:24
Cada vez más países anuncian planes para prohibir la venta o utilización de coches de gasolina y diésel en los centros de sus ciudades, o directamente en todo su territorio. Estas medidas han ido apareciendo en los últimos años a raíz del dieselgate del grupo Volkswagen, pero también por la proliferación de los coches eléctricos. No hay ya un país que quiera quedarse atrás en restricciones a su parque automovilístico.
En el caso que nos ocupa hoy, el Reino Unido contaba originalmente con un plan para prohibir la venta de coches de gasolina y diésel para el año 2040, pero en las última semanas el Comité por el Cambio Climático llama al Reino Unido a cambiar de opinión y adelantar esta prohibición al año 2030. Indican que el objetivo de reducir las emisiones en un 80% para el año 2050 debería de ser reemplazado por un 100% de dichas emisiones. Además, se quieren implantar más zonas limpias por medio de restricciones a zonas específicas de las ciudades más importantes.
Para el año 2030, se espera que los coches eléctricos sean más baratos de mantener que sus equivalentes de combustión interna. Su precio de compra también será más económico, comparado con los precios actuales, aunque para entonces no haya subvenciones por su compra o impuestos reducidos.
Pese a estas cifras, el estudio del Comité por el Cambio Climático proyecta la necesidad de instalar 3.500 puntos de carga rápida y ultra-rápida en las autopistas para permitir a los conductores cargar sus coches eléctricos en viajes largos. De la misma forma, serán necesarios 210.000 puntos de carga públicos en las ciudades. En estos momentos existen 21.000 puntos de carga público de todas las velocidades en el Reino Unido.
Mientras tanto, los puntos de carga inteligentes resultarán ser de gran importancia para asegurar unos picos de demanda controlados. El estudio también cuenta con la necesidad de adaptar la infraestructura a las nuevas necesidades de potencia eléctrica.
Las recomendaciones no solo son para el gobierno británico, y es que en el estudio también se contempla un apartado dedicado a los ciudadanos del país. Se recomienda utilizar el transporte público o ir en bicicleta o andando al trabajo para evitar la contaminación en trayectos cortos que pueden evitar el uso del coche privado y, en el caso de que haya que sustituir este último, decantarse por un coche totalmente eléctrico y cargarlo de forma óptima para maximizar la protección del medio ambiente.
Fuente | Fleet World