El pasado año Audi presentaba el etron. Su primer coche eléctrico que desembarcó como una nueva alternativa premium con una configuración donde destacaba una batería de 95 kWh, que suponen 86.5 kWh útiles con la última actualización y que le permiten recorrer 436 km bajo el ciclo WLTP. El principal problema era un precio que arrancaba antes de añadir cualquier accesorio en los 84.880 euros. Pero Audi ha visto que era necesario lanzar una versión más accesible, y hace pocas semanas puso a la venta la versión 50.
Esta supone básicamente reducir dos aspectos en el plano mecánico. El primero es la reducción de la potencia hasta los 313 CV. La segunda es la eliminación de uno de los módulos e batería, lo que reduce su capacidad máxima hasta los 71 kWh, o 64.7 kWh útiles, que llevan su autonomía homologada hasta los 299 km WLTP. Un aspecto junto con alguna reducción en el equipamiento, que le permiten contar con un precio de salida de 72.980 euros.
Esto significa 11.900 euros menos. Pero la pregunta es si merece la pena el ahorro en aspectos como la autonomía. Para ello la asociación de usuarios de coches eléctricos de Noruega, ELBIL, ha realizado una profunda prueba de autonomía durante el frío invierno para conocer al detalle y en unas complicadas condiciones el rendimiento de este modelo.
Esta supone el cambiar las condiciones climatológicas de la homologación oficial que realiza la mismas en temperaturas idóneas. En su lugar el probador ha conducir el etron con el termómetro entre 1 grado y 1 bajo cero y con el climatizador puesto en todo momento a 22 grados. Aspectos que perjudican la eficiencia.
Prueba autonomía 100% a 0%.
La primera prueba ha supuesto llevar el coche a una estación y cargarlo hasta el 100%. Luego conducirlo de forma constante por diferentes tipos de carretera hasta vaciar la batería. El resultado ha sido que el coche ha llegado a su destino con 2 kilómetros en el mercados y después de recorrer 260 kilómetros. Todo con un consumo medio de 23.6 kWh a los 100 km. Algo que supone mejorar el consumo del etron 55, que en similares condiciones promedió un consumo de 25.1 kWh a los 100 km, logrando una autonomía de 329 kilómetros.
Después de descargarlo, llegó el turno de cargar el etron. Una forma de conocer el comportamiento de un modelo que en su versión 55 es el coche que más rápido carga en la actualidad.
La reducción de la capacidad de la batería ha venido acompañada por una reducción de la potencia máxima, y también una curva algo más atenuada. El etron 50 ha logrado alcanzar picos de 114 kW, lo que en la práctica supone que para pasar del 0 al 100% necesita 56 minutos, mientras que para una tasa más habitual, del 20 al 80%, ha necesitado apenas 25 minutos.
Como podemos ver en la gráfica de la curva de potencia de carga, el etron 55 es capaz de alcanzar una potencia máxima de 154 kW, y mantener 134 kW hasta el 80%. En el caso del modelo 50, la potencia pico es de 114 kW al 60%, mientras que al 80% baja hasta los 70 kW. Casi la mitad que su hermano mayor.
La conclusión es que la versión 50 está pensada para los que no hagan demasiados kilómetros y sus 71 kWh sean más que suficientes. Unos clientes que no quieran desembolsar los 11.900 euros adicionales por 69 kilómetros extra de autonomía respecto a la versión 55, que además de contar con mayor equipamiento, mayor autonomía y un sistema de carga más rápido, es más potente.
