Con algo de suspense, después de que el propio Ministro de Economía de Brandemburgo pusiese en duda el acuerdo, por fin Tesla ha confirmado la firma del acuerdo para la compra del terreno donde se situará la Gigafábrica 4. Una instalación que se localizará en los terrenos de la localidad de Grünheide, Estado Federal de Brandemburgo, y que ya tiene suelo donde comenzar a levantar su estructura.
En total Tesla ha comprado 300 hectáreas, donde levantará entre 2020 y 2021 la que de momento será su cuarta fábrica. Una instalación que esperan tener en marcha ya el próximo año y de donde saldrán las unidades del Model Y y el Model 3 destinadas al mercado europeo y que contará con una capacidad inicial de 150.000 unidades al año, y posibilidad de llegar con posteriores ampliaciones a las 500.000 unidades.
Un trámite urgente de cara a cumplir con los requisitos por parte de las autoridades locales de cara a la preparación del terreno con el talado de los árboles y la limpieza del terreno antes de la primavera, para de esa manera no sufrir ningún imprevisto o retraso que amenace los objetivos del fabricante norteamericano.
Ahora se abre un plazo donde cualquier persona o asociación podrá presentar sus alegaciones al proyecto, pudiendo acceder a los documentos que Tesla ha puesto a disposición de los vecinos, y donde entre otra cosas se ha tratado un tema que ha motivado algunas protestas, como la cuestión del acceso al agua potable y el tratamiento de las aguas residuales. Dos aspectos que los expertos han asegurado no serán un problema con la instalación de la fábrica.
A pesar de esto, no son pocas las voces que han aparecido en Alemania criticando sobre todo el bajo precio que le ha puesto al terreno el gobierno federal. En total Tesla apenas pagará 41 millones de euros por la parcela, lo que supone un coste de 13.50 euros el metro cuadrado. Cifras que en lugares cercanos están en casi tres veces por encima de esa cifra.
Desde la administración se indica que la diferencia es que el terreno de Tesla no está urbanizado, y por lo tanto su coste es mucho menor. Algo que se determinará con la valoración que realizarán un grupo independiente, que dictaminará si el coste es real o está por debajo del legal. Un aspecto que podría terminar con una sentencia que obligue a Tesla a incrementar su gasto.
Otro de los frentes a los que se enfrenta Tesla es el talado de los árboles que cubren en estos momentos su terreno. Un proceso que no tiene mayores dificultades ni tampoco polémica ya que no se trata de una zona protegida, sino un pinar de reciente plantación y del que Tesla se ha comprometido a restaurar tres veces la superficie talada. Pero el tiempo apremia para realizar la tala que tendrá que estar completada a finales de este mes de febrero.
La razón es que el 1 de marzo entra en vigor el período de protección para las aves reproductoras, lo que supondrá que no se podrán talar árboles en la región. La buena noticia para Tesla es que la superficie a cortar será menor de lo estimado, siendo de 90 hectáreas. En caso de no cumplir o que algún impedimento les frene, tendrán que esperar al 30 de septiembre que será cuando se vuelva a abrir el permiso de tala.
Un proceso que esperan poder comenzar a realizar una vez que los especialistas hayan inspeccionado el terreno y limpiado de bombas de la segunda guerra mundial y otros residuos.
Primera expansión de la fábrica
Aunque estemos en una fase temprana de su construcción, los documentos del acuerdo ya muestran que Tesla y el estado trabajan en la próxima fase de expansión. Esta se situará a mediados de 2021, cuando la factoría ya debería estar en funcionamiento, y se refiere a la necesidad de reforzar las infraestructuras de comunicación de la zona para facilitar el tránsito de mercancías hacia y desde la fábrica.
De momento parece que las conexiones son bastante buenas, con un acceso a la autovía a pocos metros de la planta. Una infraestructura que además está preparada para añadir una futura nueva entrada si es necesario. A esto se añade una estación de tren en las cercanías que conecta Frankfurt (Oder) y Berlín.
Dos factores claves para lograr atraer una instalación que creará entre 4.000 y 5.000 empleos, y que además esperan sirva de efecto imán para atraer otras empresas del sector a la región y que como vemos, parece que tiene todo enfilado para comenzar sus trabajos de construcción dentro de los plazos estimados.