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Volkswagen desmonta 7 mitos que todavía rodean al coche eléctrico con ayuda del nuevo ID.3

Con motivo del inminente lanzamiento de su esperado compacto eléctrico ID.3, Volkswagen ha publicado una interesante recopilación desmontando un total de siete conceptos erróneos que todavía se atribuyen a los coches eléctricos. El primero de los mitos tratado por Volkswagen es un mantra que lleva ya un tiempo siendo repetido por los sectores más críticos con el coche eléctrico: «Los coches eléctricos son igual de perjudiciales para el medio ambiente que los convencionales». Teniendo en cuenta el actual mix energético europeo, a día de hoy un coche eléctrico produce menos emisiones de dióxido de carbono que un modelo gasolina, diésel o híbrido.

Este resultado se ha obtenido a partir de numerosos estudios realizados por científicos y organizaciones independientes, incluidos el Instituto Fraunhofer, Agora Verkehrswende y la Agencia Federal del Medio Ambiente alemana. Además, el «Sweden Study» llevado a cabo por el instituto ambientalista sueco IVL, a menudo citado por los detractores del coche eléctrico por considerar que la producción de celdas de batería conlleva unas emisiones de dióxido de carbono elevadas, recientemente ha corregido y reducido sus estimaciones (actualmente, el estudio considera que las emisiones de dióxido de carbono asociadas a la producción de baterías es la mitad de lo calculado anteriormente).

Por supuesto, la gran ventaja del coche eléctrico es que si para fabricar las celdas o para cargar el coche empleamos electricidad de origen renovable, entonces la sostenibilidad está asegurada. Por ello, Volkswagen anuncia que el ID.3 es el primer coche del mundo fabricado para tener unas emisiones de dióxido de carbono neutras desde la cadena de suministro y la producción hasta el final de su vida útil.

El segundo mito es el relativo al precio de los coches eléctricos: «¡Solo las personas con ingresos elevados pueden pagar un coche eléctrico». En este caso, Volkswagen cita que su ID.3 Pure (330 km WLTP de autonomía) tendrá un precio de partida inferior a los 30.000 euros, que se quedará en algo menos de 23.430 euros en Alemania una vez aplicadas las subvenciones estatales. Esto lo hará menos costoso que modelos equivalentes como un Golf Life 1.5 TSI (gasolina, 26.640 euros) o un Golf Life 2.0 TDI (diésel, 28.105 euros). De hecho, el ID.3 Pro (420 km WLTP) tendrá un precio similar al diésel tras la subvención estatal (28.430 euros).

Además, gracias a los menores costes operativos los conductores de un ID.3 ahorrarán 70 euros mensuales respecto a un coche térmico, pues la electricidad es más barata, pagan menos impuestos y se benefician de seguros con precios más competitivos. Por otro lado, los coches eléctricos actualmente conservan su valor residual de forma similar a los de combustión.

El tercer mito es el relativo al envejecimiento baterías: «Las baterías se degradan demasiado rápido y no se pueden reciclar». Volkswagen afirma que las baterías de sus coches eléctricos están diseñadas para durar toda la vida útil del vehículo; por ello, durante ocho años o 160.000 km garantiza que sus packs conservarán como mínimo un 70% de su capacidad. Esta confianza se debe a la gestión térmica activa empleada en las baterías, así como a su sistema de gestión electrónica.

Además, una vez finalizada la vida útil del vehículo, la batería se puede reciclar para recuperar materias primas como el níquel, el manganeso, el cobalto y el litio. Por ello Volkswagen va a abrir este año una planta de reciclaje en Salzgitter con el objetivo de procesar 1.200 toneladas de materiales, lo que equivale a unas 3.000 baterías. En los años venideros su capacidad se irá aumentado.

El cuarto mito hace referencia a la autonomía de este tipo de vehículos: «Los coches eléctricos son solo para distancias cortas, ¡especialmente en climas fríos!». Gracias a que las baterías ahora son significativamente más capaces que antes, modelos compactos como el Volkswagen ID.3 Pro S pueden alcanzar autonomías de 550 km (WLTP).

Además, la velocidad de carga está mejorando continuamente, pues mientras que el e-Golf cargaba  a 50 kW de potencia, el ID.3 Pro lo hace a 100 kW, lo que le permite recuperar 290 km en apenas 30 minutos. El ADAC (Asociación Alemana de Automóviles) considera un coche eléctrico apto para viajes largos si puede recuperar 200 km o más en 30 minutos.

Tampoco hay que perder de vista que la red de carga pública cada vez es más amplia; por ejemplo, Volkswagen es una de las impulsoras de IONITY, iniciativa que para finales de año tendrá un total de 400 estaciones de carga ultra-rápida repartidas en toda Europa. El objetivo es que en el futuro haya una estación de IONITY cada 120 km, con un total de 2.200 futuras estaciones actualmente bajo estudio.

El quinto mito también es relativo a la carga: «¡Hay pocos sitios para cargar coches eléctricos». Volkswagen pone como contraejemplo la red de carga de Alemania, que ha pasado de 6.700 puntos públicos en el primer trimestre de 2018 a 24.000 puntos en primavera de 2020. Además, la mayoría de estaciones se encuentran en zonas de aparcamiento. Por otro lado, también hay planes para electrificar las vías rápidas, como demuestra la anteriormente mencionada red IONITY.

Aunque los puntos son gestionados por numerosos proveedores diferentes, Volkswagen ofrece la tarjeta de carga WE, que se puede utilizar en unos 150.000 puntos de carga de toda Europa sin necesidad de tener una tarjeta o una app específica de cada proveedor. Por otro lado, la app WE Charge permite a los usuarios buscar estaciones de carga.

El sexto mito es posiblemente uno de los más llamativos: «Los coches eléctricos se incendian fácilmente y el fuego es difícil de extinguir». Este tema, recurrente en la opinión pública, es desmontado por Karl-Heinz Knorr, vicepresidente de la Asociación Alemana de Bomberos: «Los coches eléctricos no se queman con mayor severidad o frecuencia que los vehículos gasolina o diésel, simplemente de manera diferente. Las pruebas realizadas por el ADAC también han demostrado repetidamente que el riesgo de incendio es tan bajo para los coches eléctricos como para los de combustión interna».

En el caso concreto del ID.3, Volkswagen señala que el riesgo de incendio se minimiza mediante sistemas especiales de seguridad: en caso de accidente, la corriente eléctrica se interrumpe de forma inmediata; además, la batería está protegida por una estructura especial para prevenir daños y los bajos tienen una protección integral por primera vez en un modelo de la marca.

El séptimo y último mito hace referencia a la fabricación de las baterías: «¡No hay suficientes materias primas y su extracción perjudica a las personas y al medio ambiente!». A pesar de la creciente demanda de materias primas como el litio y el cobalto, una escasez de las mismas en un futuro cercano es poco probable, pues los expertos calculan que las reservas mundiales durarán unos 150 años; además, Volkswagen está diseñando soluciones para garantizar una cadena de suministro fiable en un futuro lejano.

Por un lado, el grupo alemán está estudiando en el desarrollo de celdas dotadas de otros materiales (por ejemplo, libres de cobalto); por otro, el reciclaje de las baterías permitirá recuperar y reutilizar materias primas, lo que atajará el problema de la hipotética escasez. Además, Volkswagen requiere que sus proveedores cumplan con una serie de estrictos estándares de sostenibilidad y de protección de derechos humanos en la extracción de materias primas.

Fuente | Volkswagen

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