En los últimos meses hemos hablado en varias ocasiones de los trabajos que está realizando Tesla con un nuevo tipo de baterías. Una química que busca reducir costes, y sobre todo alargar la vida útil de las mismas. Algo que podrá tener como resultado la «batería del millón de millas» y que servirán de verdadero rompehielos de muchos que todavía tienen la idea de que las baterías hay que cambiarlas cada pocos años.
Según un informe presentado por los analistas de Wedbush Securities, la nueva batería Tesla podría revolucionar el mercado del coche eléctrico otra vez, tal como lo ha hecho en su momento el Model S y posteriormente el Model 3. Una tecnología muy avanzada que potencialmente podrá durar décadas, además de resistir todo tipo de condiciones climatológicas, y que se convertirá en otro hito importante para el ecosistema Tesla.
«En teoría, esta batería soportará un vehículo eléctrico durante «un millón de millas» e indican que será un gran paso adelante para competir con los vehículos con motor de combustión interna.»
No solo será una batería resistente. También esperan que sea la que logre por fin bajar de los 100 dólares el kWh en pack. Algo que situará el coste de producción de los vehículos a la altura de los modelos con motor de combustión. Y además con baterías más baratas, el fabricante podrá instalar packs de mayor capacidad que también se acerquen a los números en cuanto a autonomía de los diésel y gasolina.
Sin duda el apartado más interesante es que los analistas indican que esta tecnología ya está en una avanzada fase de desarrollo, y su puesta de largo comercial arrancaría en 2021. Algo que daría de nuevo a Tesla una importante ventaja competitiva frente a otros grupos, como General Motors, que también trabaja en su propia batería del millón de millas, pero que necesitará al menos dos o tres años más que Tesla para llegar al mercado.
El resultado sin duda será un golpe mortal al coche con motor de combustión, que en pocos meses verán como llegan al mercado nuevas baterías de diferentes fabricantes, que aumentarán su densidad energética, dispararán su vida útil, y además todo con una reducción de precio gracias a factores como el incremento de la capacidad de producción y la eliminación o reducción de componentes como el cobalto.
Una carrera que además servirá para abrir muchas mentes que todavía tiene recelos de los coches eléctricos, y que verán como cada día llegan nuevas noticias de «unas baterías que durarán décadas».
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