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Así se está dibujando el fin de la era de los coches de gasolina y diésel. Noruega marca el camino

Noruega año 2020, de los 141.412 automóviles vendidos 76.789 han sido coches eléctricos cero emisiones. La cifra muestra una tendencia del mercado que se ha transformado en los últimos años, como demuestran los dos tercios de los compradores que se decantaron por un eléctrico el pasado mes de diciembre.

Estos datos alzan a Noruega al liderato de la movilidad comprometida con la salud de las personas y el medioambiente. Por primera vez en la historia las ventas de coches de combustión interna (ICE) han sido superados por los vehículos eléctricos (BEV).

Los ICE están de capa caída en el país europeo que marca la tendencia del resto de naciones que terminaran por seguir el camino noruego. En diciembre de 2020 sólo el 2.7% de los automóviles vendidos fueron de gasolina, 4.8% diésel. Incluso si se añaden los híbridos el total no llega al 12.9%.

Si bien es cierto que el caso noruego es muy particular por su peculiar política de impuestos a los coches com motor de combustión interna y la enorme renta que disponen, en medidla, las familias para poder afrontar el coste de un coche eléctrico, también es cierto que el precio de un ICE es mucho más elevado que en los países de la Unión Europea, por los que la barrera de acceso del precio del eléctrico no aplicable en Noruega como, por ejemplo, en España.

Los datos de diciembre del país nórdico en cuanto ventas de vehículos automóviles han sido los siguientes:

ICE HEV5.4%
ICE gasolina2.7%
ICE diésel4.8%
ICE PHEV20.4%
BEV66.7%

Noruega está a punto de conseguir contar con medio millón de coches eléctricos e híbridos enchufables en sus carreteras divididos en 300 mil coches eléctricos y 135 mil térmicos maquillados con tecnología híbrida enchufable.

Con un ritmo de alrededor de 100.000 vehículos cero emisiones al año la transformación del parque automovilístico noruego se acelera a pasos agigantados. Esto se nota cuando se visitan sus ciudades, donde la tranquilidad y el silencio que sólo puede proporcionar el coche eléctrico son la nota característica de cada núcleo urbano del país escandinavo.

A pesar de ser uno de los principales productores de petróleo del mundo, Noruega ha puesto fecha de caducidad al coche de combustión interna fijando 2025 la fecha donde estos vehículos no podrán comprarse en el país. Esta fecha está a la vuelta de la esquina y demuestra que otro tipo de movilidad es posible, viable y con un mercado dispuesto a abrazarla.

Las excusas de la red de carga, de falta de interés por parte del consumidor son sólo eso, meras excusas rechazadas por un mercado maduro que ha sabido elegir un camino en pos de una movilidad más sostenible.

Además Noruega no es California, el clima en invierno no es el más favorable para que un coche eléctrico alcance su máxima expresión, puesto que el frío reduce la autonomía de las baterías.

La apuesta del mercado del país nórdico por la movilidad cero emisiones demuestra que esta alternativa es válida y la preferida hasta en las naciones donde el clima es el más desfavorable para estos automóviles.

El cambio ha empezado, y es sólo una cuestión de tiempo que el experimento noruego sea seguido por el resto de naciones.

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