La movilidad está cambiando a pasos agigantados, especialmente en el ámbito de la movilidad urbana. Pequeños trayectos dentro del núcleo urbano, especialmente los desplazamientos al trabajo, son los mas frecuentes en nuestra sociedad. Dejando de lado el transporte público, existe un método que cada vez está siendo más popular: la bicicleta eléctrica.
Sin embargo, las bicicletas eléctricas tampoco están exentas de polémica. Las bicicletas con asistencia al pedaleo llevan mucho tiempo con nosotros, destinadas a ayudar al ciclista en momentos específicos. Pero la bicicleta eléctrica está siendo cuestionada por los amantes del fitness, ya que aparentemente resulta menos eficaz.
Según un estudio de la Universidad de Miami, la mayoría de las organizaciones recomiendan (al menos) entre dos y tres horas de ejercicio físico semanal de intensidad moderada. Sus beneficios principales son la reducción de la obesidad y la diabetes, un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y sensación de bienestar generalizada.
Recientemente un estudio ha comparado directamente las bicicletas con asistencia al pedaleo y las eléctricas. El objetivo era averiguar si las bicicletas eléctricas podrían contribuir a esas horas de ejercicio moderado recomendado. El estudio simuló un recorrido urbano de 5km, realizado tres veces por el mismo usuario: el primero en una bicicleta convencional, el segundo con una bicicleta con asistencia al pedaleo y el tercero, con una bicicleta eléctrica.
Durante el recorrido, el ciclista estaba monitorizado continuamente, midiendo su frecuencia cardiaca y su consumo de oxígeno, con el objetivo de calcular parámetros asociados a estas mediciones. Al final de cada recorrido, el ciclista también reporto cuánto esfuerzo creyó haber realizado. Obviamente, los mejores resultados (en términos deportivos) fueron los de la bicicleta convencional. Sin embargo, los resultados fueron sorprendentes.
Respecto a la frecuencia cardiaca máxima alcanzada, en el caso de la bicicleta convencional fue del 66%. En el caso de la bicicleta con asistencia, de un 62%. Y, en el caso de la bicicleta eléctrica, de un 56%. Respecto al volumen de oxígeno consumido, siguiendo el mismo orden, fue de 55 – 47 – 39. Las calorías quemadas por hora fueron 505 – 422 – 344 kcal, y el tiempo necesario para recorrer los 5km fue de 865 – 748 – 681 segundos.
El estudio concluyó que aunque la bicicleta tradicional es la más efectiva a la hora de hacer ejercicio físico, con la bicicleta eléctrica se realiza también ese tan recomendado ejercicio moderado. Además, la bicicleta eléctrica tiene la ventaja de ahorrarnos tiempo si su uso va a ser el ir y volver del trabajo.
Por lo tanto, todos los que teníamos en mente la idea de que «con la bici eléctrica no se hace ejercicio» ya podemos cambiar nuestra percepción sobre esta forma de movilidad.
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Fuente | Electrek
Estudio completo | Transitional Journal