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La ola de calor de California provoca una crisis energética con implicaciones en la rutinas de carga del coche eléctrico

La ola de calor que ha azotado a buena parte de los Estados Unidos en las pasadas semanas y, especialmente, al estado de California, han provocado una serie de mensajes, alertas de uso y petición de reserva de energía a la ciudadanía para aliviar la presión de la red durante las horas de mayor consumo.

Esto ha tenido una fuerte implicación sobre los usuarios del coche eléctrico que han publicado en las redes sociales, mensajes que advertían de la prohibición de cargar sus vehículos debido a la escasez de energía.

Según reporta la revista Newsweek, el Operador de Sistema Independiente de California (ISO), responsable de la supervisión de la red eléctrica, pidió a los californianos que conservaran energía hasta en dos ocasiones mediante el uso de «Alertas Flexibles«. En estas alertas se pide a los residentes que practiquen técnicas que permitan conservar la energía de forma voluntaria.

A raíz de esta situación muchos usuarios publicaron mensajes donde indicaban que el estado de California pedía a la ciudadanía que no cargaran sus coches eléctricos.

Frente a esta situación la Comisión de Energía de California ha tenido que desmentir estas publicaciones. Según la directora de la comisión, Lindsay Buckley esas declaraciones «no son verdaderas».

La ola de calor ha provocado que las temperaturas lleguen en algunas zonas a más de 48ºC. Esto ha provocado que se solicitara a los residentes que conservaran energía voluntariamente en momentos seleccionados, incluso durante las horas pico de consumo.

Las alertas se enviaron en California el 17 y el 18 de junio, coincidiendo con el inicio de la difusión en las redes sociales de los mensajes concernientes a la carga del coche eléctrico.

En declaraciones a Newsweek, Matthew Moniot, investigador del Laboratorio Nacional de Energía Renovable, indicó que los propietarios de coches eléctricos cargan principalmente sus vehículos por la noche, aunque es probable que esta costumbre tenga que cambiar para que más conductores recarguen sus baterías cuando los niveles de producción de energía sean más altos.

Expertos como Matthew Moniot, investigador del Laboratorio Nacional de Energía Renovable, advierten que según se avanza hacia una mayor dependencia de la energía solar y eólica, se presentan nuevos retos respecto a qué cantidad de energía demandada se puede desplazar de aquella actualmente consumida durante la noche al día, momento en el que la generación es mayor.

Una situación que nos indica la importancia de apostar por un sistema de carga inteligente que permita no solo sacar el mayor partido a las tecnologías de producción más baratas, sino también llegar al punto de sufrir una crisis energética puntual.

Así funciona la carga inteligente

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La carga inteligente funciona controlando la energía requerida y el tiempo disponible, teniendo en cuenta las necesidades del cliente y del vehículo, las limitaciones de la infraestructura, la generación de energía renovable, los costes de la electricidad y las condiciones de la red.

Una característica de esta es el balanceo dinámico de la carga. Esto permitiría regular la cantidad de potencia disponible en cada estación de recarga, permitiendo transferir más potencia a aquellas que se encuentren más ocupadas en ese instante. Este balanceo puede realizarse desde la fuente de generación de electricidad o directamente desde la estación de recarga.

Otra característica es la carga simultánea. La carga simultánea no se aplica solo a la carga en corriente continua, sino también a la carga en corriente alterna. Algunas estaciones de carga permiten el uso simultáneo de la toma tipo 2 y de la CCS, ya que la carga en corriente alterna emplea el on board charger y la carga en corriente continua emplea el off board charger.

Dentro de esta tecnología también entran en funcionamiento los sistemas V2G (Vehicle to Grid), permitiendo devolver energía la red. En función de la demanda y de la energía disponible en cada momento, un coche eléctrico que cuente con V2G (como el Nissan LEAF) podrá ser cargado o descargado según se requiera. Incluso un sistema más básico como el V2L (Vehicle to Load) que permite un sistema bidireccional entre la vivienda y el vehículo pero sin inyectar a la red eléctrica. Algo que permitiría aliviar la carga de la red usando la batería del vehículo como respaldo de la propia vivienda.

Por ejemplo, una empresa que cuente con varios coches eléctricos, podrá cargarlos en las horas valle y podrá obtener energía de los coches durante las horas pico, en caso de que los coches no requieran ser usados en ese momento. Esta tecnología convierte a los vehículos en sistemas de almacenamiento de energía, a la vez que en herramientas de trabajo.

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