Noruega es en la actualidad el mayor experimento de transformación y descarbonización de la movilidad del mundo. La tasa de coches eléctricos vendidos crece de año en año convirtiendo al país escandinavo en aquel con una mayor número de coches eléctricos per cápita del planeta.
Recientemente desde el medio NRK han realizado una encuesta realizada por Norstat que ha dado como resultado que la mayoría de la población de Noruega apoya y está a favor de continuar con la explotación de los pozos de petróleo, de la que depende en gran parte a riqueza del país nórdico.
Los resultados de la encuesta indican que el 55% de los ciudadanos en edad de votar quieren que continúe la exploración petrolífera. Gracias a sus pozos Noruega es el mayor productor de petróleo de Europa occidental.
Si al coche eléctrico y al petróleo
Estos resultados se producen en medio de la puesta en marcha de las futuras elecciones que se celebrarán en el país, lo que ha incentivado un importante debate, los resultados de esta última encuesta no sorprenden al Partido Verde de Oslo.
Según Lan Marie Berg, el principal candidato del los verdes en su refelxión sobre los resultados culpa a sus rivales políticos de la situación: «La gente escucha a Erna y Jonas y durante años los políticos noruegos han dicho que podemos salvar la crisis climática sin tener que tener nada que decir sobre nuestra extracción de petróleo«.
El debate sobre la política petrolera noruega está ocupando un lugar destacado en la agenda de los diferentes partidos y de la campaña que está a punto de comenzar. Las últimas publicaciones y recomendaciones de la ONU han incendiado las diferentes posturas entre las diferentes partes y la sociedad del país.
La ONU lo ha dejado muy claro
Según los últimos hallazgos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, cada día está más claro como el planeta se está calentando mucho más rápido de lo que se esperaba. Por este motivo la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es, hoy por hoy, la única forma de evitar una catástrofe climática.
Mientras los avisos se convierten en gritos de auxilio, desde el gobierno conservador se afirma que Noruega debería continuar las exploraciones de nuevos yacimientos de petróleo siempre que sea rentable.
Por su parte según el secretario general de la ONU, António Guterres, «el nuevo informe de la ONU sobre el cambio climático debe significar el fin del carbón, el petróleo y el gas«.
Según las últimas encuestas publicadas recientemente, parece que la coalición conservadora de Solberg no será reelegida tras pasar ocho años a los mandos de la nación escandinava.
El dinero, siempre el dinero
El problema para los partidos que pretender alzarse con la victoria en las elecciones, es que su postura más cercana a los temas ambientales choca con el deseo de la ciudadanía que se muestran a favor del petróleo.
Mientras esto ocurre, la mayoría del país compra coches eléctricos en porcentajes inalcanzables para el resto de países. De hecho Noruega ha dicho adiós al coche con motor de combustión que en junio apenas ha supuesto un 8.2% de las ventas.
Pese a todo, la industria más importante de Noruega hoy en día es el petróleo. El Partido Laborista que cuenta con la ventaja de la intención de voto, lo sabe. Por este motivo argumenta una reducción de la demanda de combustibles fósiles como el principal elemento y excusa para recortar la producción.
Esto llevaría a un necesario cambio de estrategia por parte del país si quiere seguir disfrutando de sus actuales niveles de vida, sustentadnos en gran medida por la entrada de grandes sumas de dineros que los ingresos por la venta de miles de barriles de petróleo aportan a las arcas del estado.
Los partidos de izquierda noruegos que podrían formar parte de una coalición liderada por los laboristas, han sido más explícitos en su deseo de abandonar los combustibles fósiles, pese a la mayoría del electorado.