Hay una gran expectación por conocer cuál será la tecnología de baterías del futuro. Entre las tecnologías más prometedoras está el electrolito sólido. Y una empresa parece que ha tomado la delantera, QuantumScape, participada entre otros por fabricantes como Volkswagen.
Hace unas semanas conocíamos el inicio de los trabajos con las celdas de 10 capas, que se espera sean el punto que permita llevar la tecnología a un nivel de producción industrial, hoy hemos podido ver los avances con las celdas de 4 capas, paso previo indispensable para poder acelerar la última fase de desarrollo.
Según los datos publicados, las celdas de 4 capas han logrado alcanzar el hito de los 800 ciclos de carga, logrando mantener más del 90% de capacidad en ciclos de 1C a 25 grados.
El anuncio pone sobre la mesa que QuantumScape ya es capaz de producir celdas multicapa capaces de lograr una retención de energía con el paso de los ciclos muy significativa. Un trabajo en el aspecto físico o con la química que ya habría logrado alcanzar sus objetivos para este año.
Esto supone que una de las partes más importantes y que más desafíos ofrece el electrolito sólido, como es su durabilidad, parece listo para ser superado. Algo que daría un importante impulso al desarrollo de esta tecnología, y seguramente a las acciones de la propia empresa. Algo que siempre son buenas noticias que pavimentan la futura financiación.
Ahora de cumplir con el resto de objetivos, la compañía norteamericana tendrá que acelerar las pruebas con las celdas de 10 capas iniciadas el pasado mes de julio, todo para llegar a 2022 con un producto con «varias docenas» de capas.
Si esto se cumple, QuantumScape espera poder comenzar las pruebas en los primeros vehículos en 2023, lo que permitirá si no hay imprevistos tener un producto listo para su uso comercial en 2025. La fecha prevista y que permitiría a la compañía ser de los primeros en contar con la tecnología de electrolito sólido desarrollada.
Un diseño que va mucho más allá de la creación de celdas sin electrolitos líquidos, y es que este sistema tiene el potencial de combinarse con otro tipo de baterías con un enorme potencial como las litio-ferrofosfato, que pueden dar como resultado celdas con un elevado nivel de densidad energéticas, libres de cobalto, y muy económicas.
Factores que se suman a los ya conocidos como su capacidad de acceso a recargas ultrarrápidas, mayor seguridad. Aspectos que le pueden abrir las puertas a otros sectores más allá de la automoción.
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