¿Qué es mejor que una furgoneta eléctrica en ciudad? Una bicicleta eléctrica de carga
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Publicado: 15/08/2021 22:46
En los últimos años hemos visto un auge sin precedentes del comercio electrónico, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19. Esto ha implicado una mayor necesidad de mover mercancías en las zonas urbanas con furgonetas. Independientemente de que sean de gasóleo o eléctricas, hay formas más eficientes de llevar pequeñas mercancías hasta los puntos de entrega, usando bicicletas de carga o cargo bikes.
Un estudio realizado por la Universidad de Westminster concluye que las bicicletas de carga con asistencia eléctrica pueden realizar 10 entregas en el mismo tiempo que se realizan seis con furgonetas, o lo que es lo mismo, son un 60% más rápidas. Esto se debe a que las bicicletas alcanzan en la práctica una mayor velocidad media en distancias cortas por los carriles bici, una menor congestión del tráfico, o que pueden entrar en calles donde los vehículos a motor están prohibidos o restringidos.
Ersilia Verlinghieri, de la Academia de Viajes Activos de la Universidad de Westminster, responsable del informe, considera que algo más de la mitad de los traslados de mercancías en zonas urbanas podrían ser llevados a cabo por repartidores en bicicletas de carga. Se calcula que entre 2018 y 2020 se han comercializado en Europa unos 100.000 vehículos de este tipo.
Las bicicletas de carga básicamente están diseñadas para transportar algo de carga, de forma cómoda, y sin que eso implique que el conductor o ciclista tenga una excepcional forma física. Para eso están los sistemas de pedaleo asistido, y como no quitan el 100% del esfuerzo al rider, también hacen ejercicio mientras trabajan pero sin llegar a ser un deporte. Estructuralmente están diseñadas para soportar más peso sin problemas.
Si acudimos a la página web de un fabricante de bicicletas de carga comprobaremos que hay diseños para transportar personas adultas o niños, cargas pequeñas en general, alimentos… Pueden ser tanto de dos ruedas como de tres. Son tan eficientes que consumen muy poco, ya que el peso del vehículo respecto a lo que transporta es muy bajo. Si se comparan con una furgoneta eléctrica, reducen a un tercio las emisiones equivalentes.
¿Pero de dónde salen los datos del estudio? Parten de los localizadores GPS de las bicicletas de carga de Pedal Me -equivalente británico a Deliveroo o Glovo, para entendernos- en la ciudad de Londres, que distribuye mercancías en un radio de unos 15 kilómetros desde el centro. Se compararon los datos de 100 días a lo largo del año -para desestacionalizarlos- con respecto a los trayectos que habrían hecho furgonetas de reparto, eso sí, mediante simulación.
Si la comparación en emisiones se hace respecto a furgonetas diésel, el recorte llega al 90%, y eso contabilizando que los riders también consumen combustible (calorías) y producen emisiones de CO2 (respiración), así como la fabricación de los vehículos. Los autores del estudio dicen que las 100.000 bicicletas de carga repartidas por Europa pueden ahorrar cada mes las emisiones de carbono equivalentes a transportar 24.000 personas de Londres a Nueva York en avión ¡ida y vuelta!
Las ventajas no se quedan ahí. Al reemplazar furgonetas por bicicletas de carga eléctricas se supone que hay un menor riesgo para la Seguridad Vial, aunque esto pueda ser discutible desde el punto de vista del rider. Además, y esto es una obviedad, no solo se generan menos emisiones de carbono, también menos emisiones de cualquier tipo, porque incluso las furgonetas eléctricas emiten partículas simplemente por el hecho de que tienen neumáticos mucho más grandes -y se van desgastando- que los de una bicicleta o triciclo.
Otra obviedad respecto a las bicicletas de carga es que pueden acercarse muchísimo más al destino, sin perder el tiempo aparcando o haciendo que los repartidores se bajen del vehículo y lleguen al mismo. Una solución de «última milla» por definición. Puede que entre poblaciones una furgoneta eléctrica sea muchísimo más competitiva, pero en zonas urbanas -y congestionadas- lo del tamaño importa bastante.
Eso sí, los autores del estudio recomiendan -entre otras cosas- que se levante la mano con estos vehículos, permitiendo potencias superiores (hasta 1 kW, en vez de los 250 W actuales) sin que tengan consideración de vehículos a motor (seguros, matrícula, permiso de conducción…) y que puedan aumentar sus velocidades con asistencia eléctrica a unos 30 km/h.