Al realizar la transición desde los coches térmicos a los eléctricos, resulta obvio que en algún punto los fabricantes tienen que mantener eso que llamamos beneficios para que su actividad empresarial e industrial tenga sentido. ¿Ganan dinero los fabricantes con los coches eléctricos? Al menos Audi sí, lo mismo que con los de combustión, o casi. El responsable de finanzas dijo en agosto que eso ocurriría en dos o tres años vista.
En palabras de su consejero delegado, Markus Duesmann, «el punto en el que ganamos tanto dinero con coches eléctricos o con motor de combustión interna es ahora… o el año que viene, 2023. Los precios están muy ajustados», tal y como comentó a Reuters. Audi es la marca más rentable del Grupo Volkswagen en cuanto a cantidad aportada, más de la cuarta parte de los beneficios.
En 2026 Audi ya solo presentará coches eléctricos como productos de nueva generación, y la cartera restante de modelos irá gradualmente «descarbonizándose» hasta 2033. Recordemos que Audi es uno de esos fabricantes que apuesta por los combustibles sintéticos como forma de transición y con un menor impacto en el cambio climático. Los modelos de combustión durarán mientras se puedan homologar y no se pierda dinero con ellos.
Con la crisis de los microchips, tanto Audi como otros fabricantes sacan adelante menos producción de la normal. Eso sí, tiene un impacto positivo en la rentabilidad si los coches que se fabrican son de media más caros -y con mayor margen- que los que se fabricaban con abundancia de semiconductores.
Durante el primer semestre, Audi tuvo un margen comercial superior al 10%, y antes de la pandemia de coronavirus y la crisis de los microchips era inferior, un 8%. Ojo, vendiendo menos coches, pero obviamente se han favorecido versiones más caras y equipadas que modelos básicos. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Pero debemos desterrar la idea de que Audi está vendiendo los coches eléctricos como el GT e-tron a precios desorbitados, los precios están igual de «inflados» o casi igual de «inflados» que los gasolina o los diésel. A fin de cuentas, no deja de ser una marca Premium, y eso implica que los cuatro aros forman parte del precio, no solo el coche. En Audi y en sus marcas competidoras, esto es así.
Duesmann comentó que el fabricante está haciendo malabares -con otras palabras- para sacar adelante la producción dado el suministro irregular y poco fiable de semiconductores. Cuando pase la «tormenta perfecta» -así la calificó- Audi podrá ofrecer a sus clientes más producción, y no necesariamente de los modelos más rentables de la casa. Los precios de los coches eléctricos están condicionados fundamentalmente por los proveedores, especialmente baterías, motores, electrónica de potencia, etc.
