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Estos son los principales mitos que rodean a la energía solar fotovoltaica

La emergencia energética que atraviesa Europa hace que la implantación de fuentes renovables sea incluso más urgente que nunca. Pero tecnologías con gran potencial como la solar fotovoltaica está rodeada de falsos mitos que hace que muchos no den el salto. Vamos a repasar los más habituales.

La primera suele referirse a la sostenibilidad de los propios paneles. Es muy habitual que alguien lance en una discusión la afirmación de que producir un panel contamina, y que en su fabricación se emite más de lo que ayudará a compensar con su uso.

Algo que choca frontalmente con la realidad. Al menos según las conclusiones de un estudio del prestigioso Instituto Fraunhofer, que determinó que dependiendo del sistema solar, el tiempo de amortización de la energía y emisiones realizadas durante la producción de una placa fotovoltaica se sitúa entre los es de 1.6 años en los módulos policristalinos, y los 2.1 años para los monocristalinos.

Unas placas que habitualmente tienen una garantía de al menos 20 años, y una vida útil hasta comenzar a perder eficiencia de forma significativa de entre 25 y 30 años. Pero no quiere decir que después de este tiempo y si no hay imprevisto, dejen de funcionar, sino que lo hacen con menos eficiencia.

Son demasiado caros

Como dice el dicho, para ahorrar hay que tener dinero. Pero en el caso de los sistemas fotovoltaicos los costes han bajado de forma dramática en las últimas décadas. Y es que a finales de los años 80 el coste del kw se colocaba en torno a los 15.000 euros. Hoy en día, la cifra se coloca en torno a los 1.500 euros por kW. Algo que se traduce en que una instalación media de unos 3 kW puede rondar los 5.000 euros, mientras que una de 5 kW se coloca en torno a los 7.000 euros, incluyendo materiales, como estructura, inversor y cableado, además de la mano de obra, y todo sin contar con las ayudas públicas que en España están dando hasta 600 euros por kW instalado.

Por lo tanto, restando las ayudas, la instalación de 3 kW podría colocarse en los 3.200 euros, o la de 5 kW en los 4.000 euros. Sin duda es una inversión, pero hablamos de cifras que no son precisamente para ricos, y que supone que una vivienda con un consumo medio de 80 euros al mes pueda amortizar la inversión en apenas 4 años.

No hay producción en invierno

tejado solar tesla derrite nieve

Está claro que España en un entorno privilegiado por la gran cantidad de horas de sol que tenemos. Pero no siempre sucede esto, principalmente en las regiones del norte donde el invierno cierra el cielo a cal y canto. Pero incluso en los días más oscuros, la instalación seguirá aportando una parte de nuestro consumo.

Algo que debe ser tenido en cuenta a la hora de decidir la potencia de la instalación, ya que no es lo mismo situarla en Murcia que en Galicia. Por ejemplo, un sistema fotovoltaico de 10 kWp puede generar 2 kW de potencia pico en los días de menor producción. Algo que puede traducirse en una capacidad para ese día de unos 3 o 4 kWh. Según Red Eléctrica de España (REE) la media de consumo diario en nuestro país es de 9 kWh por día. Por lo tanto, incluso en los días más tristes del invierno, podemos llegar a cubrir una parte de nuestras necesidades.

Un aspecto que se puede además minimizar con un sistema de compensación de excedentes, que inyectará lo que no sobre y de esa forma podremos minimizar el impacto de las jornadas menos productivas.

Incluso podemos rozar el rizo y contratar soluciones como la batería virtual de Próxima Energía, que nos permitirá acumular saldo de nuestra producción en los meses de verano, para poder compensar el consumo durante el otoño-invierno.

No se pueden poner en un edificio comunitario

Paneles solares verticales

Nuestro país cuenta con una elevada población urbana que vive en edificios comunitarios. Un espacio que no es el idóneo para la instalación, sobre todo cuantas más alturas tenga la finca. Y es que cuanta mayor sea la altura, habrá el mismo espacio para compartir entre más vecinos.

Pero si se pueden instalar placas en tejados comunitarios. La ley lo permite y el gobierno incluso lo incentiva. La Ley de Propiedad Horizontal estipula que un propietario puede solicitar la instalación de paneles fotovoltaicos en la comunidad. Sin embargo, para que se lleve a cabo debe someterse a una votación entre todos los propietarios y contar con el apoyo de al menos una tercera parte del total.

Esto no quiere decir que aunque salga adelante la iniciativa los vecinos que se nieguen tengan que afrontar la derrama. Todo lo contrario. Aquellos que no quieran no tendrán que abonar ningún gasto, pero tampoco tendrán derecho a acceder a las ventajas de la instalación.

Una instalación comunitaria que tiene como vemos desventajas, con el poco espacio, pero también alguna ventaja como el poder compartir gastos fijos entre los usuarios, como la estructura,  el cableado o las tramitaciones.

Necesitas un tejado mirando al sur

Se trata de un mantra que muchos tratan de forma literal. Y es que aunque el sur es la orientación más adecuada generalmente, no quiere decir que no podamos instalar placas si no podemos cumplir esta. Las orientaciones hacia el oeste y el este también funcionan.

La inclinación del techo o de la estructura es más importante para la eficiencia de un sistema fotovoltaico. 

El riesgo de incendio

Aprovecha la terraza para generar energía solar gracias a las baldosas solares

También hay mucha gente preocupada de que las placas o el cableado sean una potencial fuente a la hora de provocar un incendio. Pero las estadísticas muestran que es casi imposible que esto suceda, y según el Instituto Fraunhofer, solo el 0,006% de los sistemas instalados se ha determinado que un defecto en la instalación ha sido la causa. Por lo tanto, es importante que los sistemas sean instalados y mantenidos siempre por especialistas.

Los paneles solares emiten radiación

Si, aunque parezca mentira hay gente que teme a las presuntas radiaciones que emiten los paneles solares. Los módulos generan principalmente campos de corriente continua, que son más pequeños que los campos naturales incluso a una distancia de unos pocos centímetros.

Lo que crea un campo electromagnético más fuerte en un sistema fotovoltaico es el generador y el inversor. Estas partes del sistema generan campos alternos más fuertes. Sin embargo, estos suelen ser más débiles que los campos de los dispositivos cotidianos, como las fuentes de alimentación de los ordenadores portátiles. Esto significa que la carga electromagnética general de un sistema solar sigue siendo mínima.

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