CATL confirma que trabaja en unas baterías híbridas de sodio y litio con 500 km de autonomía
4 min. lectura
Publicado: 29/11/2022 13:10
El sodio de ha convertido en los últimos meses en una interesante alternativa en un mercado donde el litio ha visto disparado su precio. Una opción con gran potencial por su bajo precio, pero con desafíos por delante como su baja densidad energética. La solución para CATL es un sistema híbrido que mezcle sodio y litio en la misma batería.
Así lo ha indicado Huang Qisen, una de las cabezas visibles de CATL, que en las primeras declaraciones oficiales hablando de las celdas de sodio, ha indicado que la marca ha visto un enorme potencial a corto, medio y largo plazo en este tipo de química.
A corto plazo, el directivo indica que las baterías de sodio en solitario estarán destinadas principalmente a vehículos de una autonomía de hasta 400 kilómetros. Modelos urbanos y económicos que no necesiten grandes autonomía, pero si lograr unos precios lo más bajos posible.
Lo más interesante es que el Sr Qisen ha indicado que también trabajan en una opción a medio plazo, donde se combinará la tecnología del ion-sodio con las celdas de litio. Un modelo híbrido que ha indicado será interesante para los coches eléctricos con 500 kilómetros de autonomía.
Un mercado que representa el 65% de las ventas en China, y que supone un desafío a la vez que una oportunidad para el que pueda poner en marcha una batería capaz y económica para atender este amplio sector del mercado.
Como recordamos, las baterías de sodio de CATL tienen una densidad energética de 160 Wh/kg, que le colocan a la altura de las LFP y por debajo de las NMC. Pero CATL ha confirmado que ya están listos para producir una versión que eleva un 25% esta cifra y que llevará a los modelos de producción hasta los 200 Wh/kg. Algo que le colocan ligeramente por debajo de las celdas actuales de litio, cobalto, manganeso, que rondan los 250 Wh/kg.
Ente sus principales puntos fuertes está su estabilidad térmica, que le permiten acceder a potencias de carga más elevadas y durante más tiempo. Por ejemplo, una celda media puede lograr recuperar su capacidad desde el 0% al 80% en 15 minutos. En el caso de las 4680 de Tesla, la cifra se va al doble llegando a los 30 minutos.
Pero además de poder recargar a potencias muy elevadas, esta química es extremadamente resistente. Siendo este uno de los datos clave que hasta ahora no se conocían. Según CATL, la certificación permite otorgar a esta química una capacidad para soportar 3.000 ciclos hasta una pérdida significativa de capacidad. El doble que las baterías de litio convencionales, y que supone en la práctica que un coche medio podrá conducir la menos 1.5 millones de kilómetros con la batería original antes de sufrir una pérdida de autonomía notable.
Posiblemente las primeras baterías tengan como objetivo mercados como los vehículos de dos ruedas y sistemas de almacenamiento estacionario. Pero la posibilidad de combinar el sodio con litio, abre una nueva e interesante puerta que permitirá sumar los puntos positivos de cada química en unas baterías económicas, compatibles con cargas ultrarrápidas y extremadamente duraderas.
Ahora la pregunta es el cuándo. Las celdas de ion sodio tienen como objetivo comenzar su producción en el segundo semestre de 2023. Es de esperar que para entonces, CATL anuncie los resultados de sus test con los modelos híbridos de sodio y litio, por lo que posiblemente hablemos de una llegada al mercado no antes de 2024 o 2025.