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Energía las 24 horas del día gracias a la fotovoltaica, la solar de concentración y las baterías de sodio

Cuando muchos preguntan cómo vamos a lograr un sistema eléctrico alimentado al 100% por renovables, preguntan principalmente por las intermitencias de estas, y su aportación durante las noches. Durante muchos años se ha trabajo en la energía solar de concentración. Una tecnología prometedora que no ha logrado despegar. Pero ahora un proyecto en Australia ha logrado encontrar su lugar para sacarle el máximo partido junto a un sistema fotovoltaico y un conjunto de baterías de sodio.

Una de las principales ventajas de la energía solar de concentración es que puede producir electricidad a un coste muy competitivo, especialmente en zonas soleadas. Pero las limitaciones como su elevado coste de instalación y de mantenimiento las ha mantenido en un segundo plano frente a la fotovoltaica.

Ahora, la empresa australiana Vast Solar ha confirmado la adquisición de un conjunto de 13.500 baterías de ion sodio para un nuevo proyecto que combinará energía solar fotovoltaica, solar de concentración en sales fundidas, y un conjunto de baterías de sodio.

La idea básicamente es utilizar la energía fotovoltaica y las baterías para alimentar las necesidades de la red eléctrica durante el día, mientras que la energía térmica acumulada por el sistema de concentración se liberará durante las noches. Un sistema con 50 MW de potencia que desde la empresa indican permitirá una operación las 24 horas del día los 7 días de la semana.

La tecnología de Vast Solar se diferencia de otras en el sector al combinar elementos de las dos formas principales de CSP: torres solares y colectores cilindroparabólicos. Ambas tecnologías usan espejos para concentrar los rayos del sol y calentar un líquido, ya sea aceite o sodio fundido, que luego se usa para calentar agua, creando vapor que acciona una turbina. A diferencia de la energía solar fotovoltaica, la CSP puede almacenar energía en la sal fundida y proporcionar energía cuando el sol no brilla.

En este caso la compañía utiliza un conjunto de torres más pequeñas, en lugar de una gran torre central, y usa el sol para calentar directamente el sodio fundido. Algo que sus diseñadores indican, lo hace mucho más eficiente y permite que el sodio fundido alcance una temperatura más alta.

Por su parte las baterías de sodio serán proporcionadas por la empresa norteamericana Natron. Estas se basan en una química que ofrece una mayor densidad de potencia, una recarga más rápida y una vida útil mucho más larga que los modelos de litio convencionales. También son una química más segura, y carecen de minerales difíciles de obtener como el cobalto y el níquel.

Unas baterías que además no llegarán desde China, sino que lo harán desde la planta que está terminando de levantar Natron en Estados Unidos. Una instalación que ya produce baterías en la actualidad y que será adaptada para la fabricación de sistemas de sodio, algo que permitirá acelerar el inicio de una producción que arrancará a principios de 2023.

Un proyecto que permitirá por un lado validad una alternativa diferente en la producción y almacenamiento de energía, al mismo tiempo que se certifica el funcionamiento de unas baterías de sodio que tendrán una amplia variedad de aplicaciones, entre las que también estarán los vehículos eléctricos.

Fuente | Vast Solar

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