REPowerEU: dejar atrás las energías fósiles de Rusia costará 210.000 millones de euros hasta 2027 en la Unión Europea
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Publicado: 19/05/2022 15:44
La Unión Europea sigue aumentando la apuesta por la reducción del consumo de energía y aumentar la independencia del suministro ruso a golpe de renovables, mientras se diversifican las importaciones para esquivar a Rusia. Se ha aprendido la lección de la dependencia del petróleo, el gas natural y el carbón de forma definitiva. El Plan REPowerEU acelerará la transición energética y la reducción de emisiones a juicio de la Comisión Europea.
Los objetivos de energías renovables son más fuertes que antes. El objetivo de producción de energía limpia pasa del 40% al 45% para 2030, con una gran apuesta por la energía solar fotovoltaica, cuya potencia se doblará en 2025 y en 2030 habrá 600 GW instalados. Los edificios públicos y comerciales empezarán primero a dar ejemplo, y a partir de 2029 se hará obligatorio para viviendas de nueva construcción. La independencia energética empieza por el ámbito local.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha pedido un esfuerzo -voluntario- a la población europea para que reduzca su consumo de calefacción, aire acondicionado, electricidad, etc. Los pequeños gestos cuentan, dijo Timmermans, teniendo en cuenta que 440 millones de personas pueden hacer mucho bulto así.
Además de reducir sustancialmente los trámites burocráticos necesarios para levantar parques de energía eólica o granjas de producción fotovoltaica, la Unión Europea establecerá compras conjuntas -adherirse será voluntario- de energía a potencias extranjeras para reducir el coste de las mismas. Se incluye aquí el hidrógeno verde, mientras la producción regional sea insuficiente, lo cual no siempre tendría sentido. En 2030 calculan paridad entre producción (10 millones de toneladas) y las importaciones (otros 10 millones).
En lo relativo a los vehículos, está pendiente de presentarse un paquete de medidas para ecologizar el transporte de mercancías y legislar para aumentar el porcentaje de vehículos eléctricos en los parques empresariales y públicos. Se promoverán recomendaciones para ahorrar combustible, sin imposición. Se mantiene el objetivo de prohibir matriculaciones de vehículos con emisiones para 2035. El biogás será otro método para reducir la dependencia del gas natural.
El coste total de todas estas medidas será importante, 210.000 millones de euros hasta 2027, pero en Bruselas consideran que los ahorros potenciales compensarán de sobra en los años venideros: 100.000 millones al año. A fin de cuentas, eso habría que hacerlo igual, pero en un ámbito temporal más largo. Quién iba a pensar que Vladímir Putin pasará a la Historia como uno de los artífices de la acelerada descarbonización de la eurozona.
No se puede decir que el dictador omnímodo ruso sea un genio de la estrategia, Europa no se pone de rodillas ante el pulso energético mientras la OTAN suma miembros potenciales y Ucrania resulta ser más dura de someter que Afganistán en los años 80. Los objetivos de la «operación especial» siguen sin lograrse y están teniendo un coste brutal para su economía y fuerzas armadas.
Fuente | Comisión Europea