Probamos una bicicleta e-MTB con los componentes «inteligentes» de Bosch
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Publicado: 27/09/2022 15:09
El mundo de la bicicleta está en constante evolución, y el salto evolutivo en el ciclismo está relacionado con más electrificación, conectividad, digitalización, etc. En otras palabras, bicicletas eléctricas. Esa es la visión de Bosch como proveedor de componentes, y la hemos probado en una breve toma de contacto coincidiendo con la Sea Otter Europe 2022 celebrada en Girona.
Bosch no vende directamente bicicletas, más bien vende componentes para los fabricantes de bicicletas, como pueden ser Canyon, Cannondale, etc. La gama de productos eBike abarca todas las necesidades entre las bicicletas urbanas y las totalmente lúdicas -como las e-MTB-.
Hay cinco componentes básicos para las bicicletas de pedaleo asistido o EPAC, que están limitadas a 250 W de asistencia y un máximo de 25 km/h (a partir de ahí, piernas): aplicaciones móviles, display o pantalla, batería y la drive unit o simplemente motor. Probamos el sistema más sofisticado de su gama, bautizado como Bosch Smart System, así como la función ABS -que no forma parte de la bicicleta probada-.
¿Qué significa Bosch Smart System?
Para empezar, son los componentes «inteligentes» del catálogo de componentes para eBikes del fabricante. La unidad de potencia o motor se denomina Performance Line CX, que el catálogo describe como «el paquete de energía para el Uphill Flow definitivo y más placer de conducción en terrenos exigentes». La asistencia es de máximo 85 Nm.
Hemos probado el controlador LED Remote, que se controla con el pulgar izquierdo, y el ciclocomputador Kiox 300. Ambos funcionan con la mejor aplicación móvil de las tres disponibles, eBike Flow App, de la que hemos tomado lecturas para una mayor precisión. El teléfono solo hay que emparejarlo y ya se puede guardar a buen recaudo.
Respecto a la batería, es la Powertube 750, que se integra en el cuadro de la bicicleta, descrito como la «más resistente para tours largos y exigentes». Almacena, como se puede deducir, 750 Wh. Con el cargador de 4 amperios (4A Charger) recarga a la mitad en algo más de 2 horas, y la carga completa se demorará 6 horas. Cada componente mencionado está enlazado a la web de Bosch para más información.
La bicicleta de pruebas cuenta con llantas de 29″ DT Swiss, neumáticos Schwalbe Hans Dampf, cambio monoplato Shimano, doble suspensión Rock Shox, frenos de disco y el Bosch eBike ABS. El antibloqueo de frenos actúa solo en la rueda delantera, pero se tiene en cuenta la velocidad de rotación de los dos neumáticos porque ambas llantas tienen ruedas fónicas y sensores.
Con todos los componentes especificados, hay cuatro niveles de asistencia: Turbo, e-MTB, Tour+ y ECO, más el modo desconectado (Off). Es muy fácil cambiar de uno a otro y las leyes de asistencia son diferentes, en función de si preferimos cansarnos menos y ganar potencia, o maximizar el kilometraje en recorridos de poca exigencia. En llano se puede desconectar la asistencia sin ningún drama.
La prueba se ha hecho en el centro de Girona, tanto en un recorrido urbano como en un circuito organizado por la organización de Sea Otter Europe para distintas disciplinas de MTB. Ha registrado los datos de los recorridos con dos aplicaciones, para monitorizar ritmo cardiaco, velocidad, cadencia de pedalada, potencia, etc.
Para los recorridos urbanos por carriles bici el modo ECO es más que suficiente y con un uso mínimamente inteligente del cambio uno no necesita ni siquiera estar en forma física. En mi caso, que soy ciclista aficionado (pero no lo habitual que me gustaría), mentiría si dijese que me ha supuesto un esfuerzo apreciable.
A una media inferior a 10 km/h mi pulso ha estado en 100 ppm de media, que es muy poco más de lo que hago caminando, y de no ser por un par de pruebas que hice con pequeñas rampas y aceleraciones, me habría mantenido en mi franja de menor esfuerzo (Z1 o relajado). Apenas 134 calorías, prácticamente todo en el modo ECO.
La segunda parte del recorrido sí fue un poco más exigente, ya que probé a circular hasta 30 km/h, cuando ya la bicicleta no asiste y hay que moverla solo con músculos (entre la bicicleta y yo rondamos los 95 kg). Nada fuera del alcance de alguien con un mínimo de forma física, salvo que pretenda seguir acelerando en una marcha larga.
Donde empecé a hacer ejercicio de verdad fue en el modo e-MTB en el circuito delimitado para el evento, con diferentes modos de dificultad. En este modo, la bicicleta trata de anticiparse a los momentos más delicados, cuando el ciclista se queda «atrancado» por una cadencia baja en una rampa y recibe asistencia extra.
La única pega que le he apreciado al sistema es que puntualmente la bicicleta empuja un poco más de lo deseado, de forma muy breve, pero que sorprende al principio. El modo Tour+ tiene una curva de asistencia más predecible y es mejor para usuarios que no tengan mucha experiencia.
Lo máximo que alcancé fueron 163 ppm -muy puntualmente-, en condiciones similares con mi bicicleta de montaña (100% muscular, antigua, de 26″ y 15 kg) habría llegado a más de 170 ppm y habría avanzado notablemente más despacio. La cadencia media fue de 46 RPM, también por debajo de lo que habría hecho con mi bicicleta MTB. Y aunque la unidad probada pesa más (unos 22 kg), me pareció muy ligera hasta la hora de inclinarla. Cosas de la física. Las pulsaciones medias subieron un pelín, 112 ppm, con mi bicicleta solo hago eso yendo de paseo.
En cuanto al sistema ABS, al principio es un acto de fe lo de clavar los frenos sobre gravilla, arena y otras superficies resbaladizas sin miedo a acabar contra el suelo. Pero sí, funciona. El efecto de la asistencia es más perceptible cuando solo frenamos con la rueda delantera. Eliminamos el riesgo de hacer un invertido, que ya es mucho. Tiene diferentes leyes de asistencia, como Allroad o Trail.
Clavando ambos frenos de disco el efecto de la frenada intermitente se ve camuflado con la acción de los tacos del neumático. La frenada más corta se logra con los dos frenos (de cajón, pero hay que recordarlo), porque el sistema ABS frena mejor, pero no más. A cambio de un poco más de distancia conservamos la direccionalidad y lo más importante, que no nos caemos.
Según Bosch, casi 3 de cada 10 accidentes en una eBike pueden evitarse con el sistema ABS, que deriva del empleado en motocicletas. Las dos llantas cuentan con rueda fónica, así que la centralita sabe cuánto gira cada rueda, y si se levanta la trasera, útil para conservar los dientes en una frenada de pánico mal hecha. Desde luego, para el que no sea experto, se lo recomiendo sin reservas. El dentista cuesta más en un mal golpe…
En las condiciones del recorrido urbano, la batería de 750 Wh me habría sido suficiente para hacer más de 100 kilómetros, y me sobró un 86% al término. Salvo el circuito MTB, Girona es una ciudad bastante lisa en general, apenas hubo ascenso. Con más escaladas la autonomía se reduce. Pero lo que más reduce la autonomía sin duda es usar el modo «Turbo».
¿Por qué? Muy fácil, porque hay veces en las que el potenciómetro mide 0 W, es decir, que las piernas solo se mueven a sí mismas. La potencia que hicieron mis piernas fue de 65 W de media en el primer recorrido, y de 92 W en el otro. Mis salidas de aficionado exigen potencias medias por encima de 150 W, pero a velocidades medias el doble de altas.
Según el fabricante, las baterías de 750 Wh rozan los 100 km de autonomía en «condiciones favorables». Os dejamos enlace a la calculadora de autonomía para ajustar más el resultado a las circunstancias de cada uno. Para lo que suele hacer servidor, voy sobradísimo con 750 Wh y sí, me dan ganas de hacer recorridos aún más largos sin acabar reventado.
El motor cuenta con una programación anti tampering, si el usuario tiene la tentación de trucarlos se desactiva temporal o definitivamente, según el número de intentos
Conclusiones
Vale, hemos probado los componentes «pata negra» y más tecnológicos de Bosch y que eso es sinónimo de que son todo menos baratos, y la bicicleta probada no es precisamente de primer precio, más bien en la zona de los 6.000 euros. Es una equipación ya para gourmets del ciclismo de montaña, pero hilando fino podemos encontrar algo que se ajuste a necesidades y presupuesto.
Ahí ya los fabricantes de bicicletas son los que hacen el maridaje, cuestión de probar, valorar, y ya cada uno ve qué le conviene más. Las ventajas de las bicicletas de pedaleo asistido son universales: a igualdad de distancia hacemos menos ejercicio, pero querremos hacer más distancias, por lo que hay un aumento neto de actividad física, solo que con menos sufrimiento.
Las ventajas de las EPAC se volatilizan cuando la asistencia se nos acaba cuesta arriba y cansados, así que hay que ir jugando con los niveles de asistencia y, a ser posible, no agotar las baterías, porque no hay frenada regenerativa. La previsión de autonomía del ordenador está para eso, y al menos el ciclocomputador Kiox 300 nos dice todo lo que deberíamos saber cuando montamos en bicicleta. En definitiva, muy interesante para el usuario avanzado.