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El 54% de las ventas en la región noruega de Finnmark, con temperaturas de hasta 51 grados bajo cero, son coches eléctricos

Estos días está siendo tema de conversación el aspecto de la pérdida de autonomía de los coches eléctricos en invierno. Una época donde el frío hace que baje la eficiencia del sistema y al mismo tiempo se eleve el consumo de los equipos auxiliares. La cuestión es que incluso en las zonas más extremas del norte de Europa, los coches eléctricos ya son la mayoría de las ventas a pesar de que las condiciones del invierno son enormemente más difíciles que en el sur de Europa.

Y es que en ningún lugar del mundo el coche eléctrico ha tenido tanto éxito como en Noruega. Un país que de media tiene unas temperaturas bastante bajas. Pero en algunas regiones el clima es extremo. Algo que no está frenando la expansión del coche eléctrico.

Aspecto que nos indica que si funciona en las zonas árticas, en la templada España incluso en los días más fríos no debería ser un problema moverse con un coche, siempre que se quiera claro.

En una entrevista realizada por el canal galo France24, se recogen las experiencias de algunos usuarios que tienen que moverse habitualmente en su coche eléctrico por las zonas del norte de Noruega.

Es el caso de Philip Benassi. Propietario de un Tesla Model S desde 2018 y con el que recorre cada año entre 20.000 y 25.000 km. Este ha visto como el frío intenso de su región, que llega a bajar de los 15 grados bajo cero, se comía buena parte de la autonomía al inicio. Algo que le alarmó.

Pero con el paso del tiempo, ha ido conociendo y acostumbrándose a la situación, y por ejemplo, ha comprobado que cuando el termómetro baja de 10 grados bajo cero, la autonomía respecto al verano se reduce en un tercio, mientras que cuando baja de 20 grados bajo cero, puede ser la mitad de lo que logra recorrer en verano.

Advierte que hay factores que pueden hacer variar estos datos, y por ejemplo indica que los datos que el ha acumulado los ha tomado aparcando el coche a la intemperie. En caso de estacionarlo en un garaje, y pre-climatizando el habitáculo, el consumo se puede reducir bastante.

Además de conocer el vehículo y sus capacidades en las diferentes condiciones, también indica que es clave el contar con una buena red de carga y una planificación adecuada en caso de necesitar hacer un viaje largo en condiciones adversas. Un aspecto que ha logrado realizar sin problema en los casi cinco años desde que se ha comprado su Tesla.

Las ventas se disparan en las zonas árticas de Noruega

Esto se refleja en que los coches eléctricos también están superando a los diésel y gasolina en las zonas más extremas del país nórdico, como la provincia de Finnmark. La región más septentrional de Noruega en el Ártico, donde el mercurio ha caído en ocasiones a los menos 51 grados centígrados.

Un lugar donde el pasado año las ventas de coches eléctricos han ocupado el 54% del total de ventas de turismos.

Las razones son tanto el menor coste de los vehículos, sus menores costes operativos, pero también hay factores físicos, y es que cuando la temperatura es extremadamente baja, los modelos con motor de combustión tienen problemas para arrancar. Algo que no le sucede a los coches eléctricos.

Señales que nos indican que es posible moverse con un coche eléctrico incluso en las zonas más frías de Europa, aunque hay que tener en cuenta las peculiaridades de la pérdida de autonomía cuando el termómetro baja, y tomar medidas como pre-climatizar el vehículo, moderar la velocidad, y usar en la medida de lo posible el sistema de climatización de la batería cuando estemos en ruta, para lograr llegar al punto de carga con el pack en las mejores condiciones de temperatura.

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