El fabricante anglo-marroquí ATLAS E-Mobilty Group ha confirmado que lanzará su primer modelo, un SUV 100% eléctrico, en el año 2026. Este automóvil, desarrollado y fabricado en el país mediterráneo, tomará como base una plataforma suministrada por un grupo occidental cuya identidad por el momento continúa siendo un misterio.
El cofundador y director ejecutivo de la compañía, Mohammed Yehya El Bakkali, afirma que se tratará de un automóvil simple y funcional inspirado en el «diseño y la identidad marroquí». En sus propias palabras, solo se utilizarán aquellas tecnologías que el consumidor necesite, prescindiendo de «todo lo que sea innecesario».
Al emplear componentes externos y fabricarse en Marruecos, ATLAS confía en mantener los costes de desarrollo y producción a raya. Inicialmente se enfocará en mercados como África, Europa y Oriente Medio. Más adelante también podría crear su propia red de carga, aunque este es un proyecto posterior al lanzamiento del vehículo que hoy nos ocupa.
«Lo primero es el desarrollo tecnológico: el coste del I+D. En nuestro caso, nuestro gasto en I+D será tan solo el 5% de la inversión total. No estamos desarrollando todo nosotros mismos, pero estamos capitalizando la experiencia, el conocimiento y las tecnologías que ya han sido desarrollados por otros fabricantes y empresas. Hacemos un montaje de lo que ya está disponible y tratamos de ir con el enfoque más rentable».
Marruecos gana peso como potencia industrial emergente
En los últimos tiempos, Marruecos ha ido adquiriendo relevancia como potencia industrial emergente en el norte de África. Fabricantes europeos como Renault o Stellantis ya cuentan con plantas en dicho país; de hecho, algunas versiones del Dacia Sandero se producen allí.
«El segundo coste que contribuye a la fabricación de vehículos eléctricos es la electricidad. Y la electricidad tiende a ser muy cara en ciertos mercados, pero [alrededor del 50% de la electricidad en Marruecos proviene de energías renovables]. Así que Marruecos ya es bueno en energías renovables, y el coste de la electricidad será más bajo para hacer funcionar la fábrica, etc.
[Otra ventaja es] la accesibilidad a las materias primas de una manera muy rentable, también en toda la cadena de suministro. Así que queremos usar eso como ventaja. El coste de la mano de obra [también es bajo]. El coste laboral en Marruecos es el 20% de la mano de obra europea; el salario mínimo es de unos 300 dólares al mes en comparación con los 1000 dólares o más de Europa».
Fuente | Autocar
