¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

La carga inteligente de coches eléctricos será vital en el cambio hacia las energías renovables

Actualmente, el transporte representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE. De estas emisiones, casi tres cuartas partes proceden del transporte por carretera y más de la mitad proceden de los coches. Algo que hace necesario acelerar la adopción de la movilidad eléctrica, y sobre todo, si esta se alimenta de energías renovables.

Como tal, si bien la descarbonización del parque de vehículos de pasajeros será un paso importante hacia la reducción de nuestras emisiones generales, esa cantidad de energía transferida a la red eléctrica podría crear sus propios problemas si no se hace de forma correcta, provocando una demanda concentrada en las horas de mayor demanda. Algo que puede ser peligroso para la propia red, y además supondrá mayores costes para los usuarios.

Un informe del Instituto de Energía de Melbourne, ha analizado los beneficios potenciales para la red (así como las posibles desventajas) de la transición a la movilidad eléctrica.

«El principal problema es que los vehículos eléctricos podrían añadir una carga eléctrica significativa a la red en el momento equivocado«, afirma el profesor Pierluigi Mancarella, presidente de Sistemas de Energía Eléctrica del Instituto de Energía de Melbourne.

El resultado del estudio indica que partes de la red eléctrica pueden llegar a sus límites de transferencia de electricidad, algo especialmente peligroso en zonas que ya están congestionadas en la actualidad.

Sin embargo, la gestión inteligente de la carga de coches eléctricos puede ayudar a cubrir algunos de los problemas de esas zonas, y además ayudar a maximizar la producción de las energías renovables. De hecho, los modelos eléctricos podrían cargarse con energía solar durante el día y devolver electricidad al hogar o a la red por la noche y en las horas de mayor demanda.

Este estudio pone sobre la mesa como los coches eléctricos pueden ser enormemente beneficiosos en un periodo, donde las empresas de distribución actualizan sus redes a una demanda más elevada y más concentrada.

Para Renault, el coche eléctrico será el pilar de la red de distribución de energía eléctrica con la carga V2G

El informe ha diseñado hasta tres escenarios diferentes, según la velocidad de implantación del coche eléctrico en el mercado: un escenario a corto plazo (próximos 5 años, hasta un 20% de vehículos eléctricos), uno intermedio (próximos 10 a 15 años, 40% de adopción) y uno a más largo plazo (más de 20 años, más de 60% cuota de ventas).

Las recomendaciones clave del estudio abarcaron el período inicial, que, según indican, debería luego ser respaldado y ampliado a mediano y largo plazo. A continuación se presenta un resumen de las principales recomendaciones del período inicial:

  • Reforzar la red en zonas que ya están cerca de su límite (principalmente en zonas rurales y afectando a un puñado de clientes en cada caso).
  • Fomentar que todos los cargadores instalados sean cargadores inteligentes.
  • Sentar las bases regulatorias para la carga inteligente obligatoria de vehículos eléctricos.
  • Reforma arancelaria para premiar la flexibilidad.
  • Fomentar los contadores inteligentes con la instalación de cargadores inteligentes para vehículos eléctricos. (Esto también tendría el efecto de una demanda máxima potencialmente menor no relacionada con los vehículos eléctricos/ayudaría con la integración de los vehículos eléctricos).
  • Fomentar la carga en el trabajo tanto como sea posible para alinear mejor la carga de vehículos eléctricos con la producción de energía solar fotovoltaica. Esto también reduciría los requisitos de duración de la carga para cargar en casa al final del día, y ayudaría a reducir los picos de carga nocturna de vehículos eléctricos en los períodos tradicionales de tarifas eléctricas valle.
  • Seguir los estándares internacionales para reducir costes y aumentar la disponibilidad de opciones de pago y, en la medida de lo posible, evitar requisitos específicos de los Estados. (Esto incluye la adopción a mediano plazo del software de control de cargador OCPP1.6 para carga inteligente de vehículos eléctricos).

El estudio también indica que el principal problema de todo esto es que si no se incentiva, o regula, la adopción de cargadores inteligentes, es muy posible que los clientes opten por modelos básicos de baja potencia y sin capacidad para inyectar a la red.

Algo que reduciría las posibilidades de sacar provecho a las baterías de los propios vehículos a medio y largo plazo, socavando los beneficios que este tipo de carga puede ofrecer a la red eléctrica, y a todos los clientes.

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame