El cobalto para las baterías de los coches eléctricos puede salir también de tu viejo móvil o tablet

El cobalto para las baterías de los coches eléctricos puede salir también de tu viejo móvil o tablet
Foto de Alan Levine

5 min. lectura

Publicado: 15/02/2023 15:09

Una de las preocupaciones que afrontan los fabricantes de coches eléctricos, es el acceso a los componentes que permitan dar forma a las baterías de sus vehículos. Una demanda que ha explotado en los últimos años que pone en riesgo la transición energética. Pero en este escenario el reciclaje de dispositivos electrónicos, como móviles, se ha convertido en una alternativa no sólo más sostenible, sino incluso más económica para lograr hacerse con materiales tan cotizados como el cobalto, pero también de níquel, litio, aluminio o grafito.

Audi ha sido una de las primeras marcas en ver este potencial. El fabricante alemán se ha asociado con la empresa puesta en marcha por el ex Director Técnico de Tesla, JB Straubell, que mediante su nueva empresa Redwood Materials, se han lanzado a la recogida de aparatos electrónicos en desuso para reciclarlos y recuperar sus materiales más valiosos.

El acuerdo supone que los concesionarios de Audi contarán con unos depósitos donde los clientes de la marca podrán acercarse a depositar esos aparatos que ya no funcionen o no tenga uso. Estos se envían posteriormente a las instalaciones de Redwood en Nevada, donde se realiza todo el proceso de clasificación, reciclaje y la recuperación de cobalto y el litio, dos minerales clave para la producción de baterías para coches eléctricos.

El reciclaje de dispositivos, un negocio con enorme potencial

Según los datos de Redwood Materials, los estadounidenses tiran cada año 150 millones de teléfonos a la basura, y menos del 5% de los que cuentan con batería de litio se reciclan. El problema es que los clientes tenían que pagar por enviar sus dispositivos a reciclar. Un absurdo que no animaba el reutilizar los aparatos.

Pero ahora Redwood Materials ha tomado nota de esta situación, y es por eso que ofrece recogida y envío gratuito del material recogido para reciclar. Algo que debería animar las tasas de recuperación.

Redwood dice que su tecnología puede recuperar una media de más del 95% de los materiales como el níquel, el cobalto, el cobre, el aluminio, el litio y el grafito en una batería de litio.

Estos materiales pueden volver directamente a la cadena de suministro para fabricar baterías tanto para otros dispositivos electrónicos, como para hacer celdas para coches eléctricos o almacenamiento de energía estacionaria.

Urnas para depositar los dispositivos electrónicos para reciclar

Una iniciativa crucial y estratégica que permite también reducir la dependencia de los países que apuesten por ella, y que en el caso de Redwood Materials, le ha valido para recibir un préstamo de 2.000 millones de dólares del Departamento de Energía de Estados Unidos, para expandir sus instalaciones y escalar la producción de baterías en el país norteamericano.

Precisamente la cuestión de la independencia energética y de materiales ha llevado recientemente al gobierno de Estados Unidos a poner en marcha una legislación que obliga a que las baterías de los coches eléctricos que quieran acceder a subsidios públicos cuenten con materiales de procedencia local. Algo que incrementa el atractivo del reciclaje.

Por supuesto, el proceso no se realiza solamente con baterías de dispositivos electrónicos, y de esa forma Redwood también trabaja con packs de baterías de coches eléctricos que han llegado al final de su vida útil.

Crecimiento en la demanda de baterías de litio

Para ello, han firmado acuerdos con marcas como Toyota, Ford, Volvo, Volkswagen y Audi, que enviarán a la compañía las baterías de los coches que recojan y necesiten ser recicladas.

Un ejemplo de que no podemos esperar a tener un problema para comenzar a desarrollar la solución. Y es que en 10 años el nivel de coches que terminen su vida útil será ingente, y no parará de crecer en los próximos años.

Algo que hará fundamental el desarrollar una potente industria del reciclaje, que además supondrá la creación de millones de empleos cualificados.