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Las olas albergan 30.000 TWh anuales de energía desaprovechada. Esta tecnología undimotriz modular quiere cambiar eso

Las energías renovables más conocidas son la eólica y la solar. Pero hay algunas más que no cuentan con la atención mediática ni el desarrollo que por potencial merecen. Una de las más evidentes es la energía undimotriz, que aprovecha el movimiento de las olas del mar.

Todos conocemos la energía solar y la eólica, que a través de paneles solares y aerogeneradores se han convertido en esenciales para la generación de energía en nuestro planeta.

Pero, cuando hablamos de energías renovables, tendemos a olvidar otras con un enorme potencial, como es el caso de la geotérmica o la undimotriz. De la primera te hablamos hace algunas semanas en nuestra web hermana Motor.es, gracias al ambicioso proyecto puesto en marcha en Islandia.

En lo que respecta a la energía de las olas, también te hemos hablado en alguna ocasión gracias a proyectos como la medusa mecánica de AWS Ocean o el nanogenerador triboeléctrico de PNNL. En esta ocasión, nos vamos a detener en un programa incluso más ambicioso, el WaveFarm de AW-Energy.

Cómo funciona el WaveRoller

Se estima que la energía undimotriz es capaz de generar alrededor de 30.000 TWh (teravarios-hora) al año en todo el planeta. Esta energía, que en su mayoría está desaprovechada, es la que quiera atraer el proyecto WaveFarm.

Un proyecto que se basa en el uso de los dispositivos modulares WaveRoller, que operan en áreas cercanas a la costa, concretamente a no más de 300 metros de la misma y a profundidades de entre 8 y 20 metros, donde el oleaje es más poderoso. Esto permite colocar el dispositivo WaveRoller sumergido parcial o totalmente.

El WaveRoller puede estar parcial o totalmente sumergido en el mar.

Un solo panel absorbe entre 1,5 y 2 MW de potencia del oleaje. El panel abarca esencialmente toda la profundidad de la columna de agua desde el fondo del mar hasta el nivel de la superficie del agua.

A medida que el panel WaveRoller se mueve y absorbe la energía de las olas del océano, las bombas de pistón hidráulico conectadas al panel bombean fluidos hidráulicos dentro de un circuito hidráulico cerrado. Todos los elementos del circuito hidráulico están encerrados dentro de una estructura hermética dentro del dispositivo y no están expuestos al medio marino. En consecuencia, no hay riesgo de fuga al océano.

Los fluidos a alta presión se alimentan a un sistema de almacenamiento y suavizado de energía, que se conecta a un motor hidráulico que impulsa un generador de electricidad. La producción eléctrica de esta central de energía renovable de las olas se conecta luego a la red eléctrica a través de un cable submarino.

El WaveRoller permite, entre otras cosas, instalar varios dispositivos en serie en una matriz. Idealmente, entre 10 y 24 dispositivos. Además, existen diferentes modelos, desde el X de menor escala hasta el C2 de mayor tamaño, además de otros intermedios. Gracias a todo ello, es posible adaptar cada proyecto a sus necesidades, presupuesto y objetivos.

Perspectivas de futuro

Según Matthew Pech, director financiero de AW-Energy, WaveRoller puede «entregar electricidad más cerca de la energía de carga base que otras energías renovables y mantener a Europa a la vanguardia de las tecnologías renovables innovadoras».

Pech amplía asegurando que el proyecto WaveFarm «permitió a AW-Energy dar pasos significativos hacia la generación de efectivo positiva, tanto para la empresa como para el sector europeo de la energía oceánica, al preparar la tecnología y la empresa para el despliegue comercial de los dispositivos y desarrollar el proceso de ventas en sí».

En este momento, AW-Energy tiene planes para desarrollar una cartera de proyectos global de 150 MW con su solución WaveFarm. Con la implementación de la misma, se proyecta una inyección de 275 millones de euros en la economía europea y la creación de 500 empleos durante la próxima década, así como una reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en 250.000 toneladas para el año 2030.

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