
¿Qué autonomía tendrá un Volkswagen Golf eléctrico usado de 3.500 euros?
El Volkswagen Golf eléctrico es una de las alternativas más económicas de llevarse un coche eléctrico a casa. Una propuesta accesible que ha sido puesto a prueba en este test de autonomía real en temperaturas gélidas en las carreteras noruegas.

El Volkswagen e-Golf ha sido el primer intento del fabricante alemán en el sector del coche eléctrico. Una propuesta que simplemente era una conversión del modelo de combustión, pero que suponía una interesante alternativa que ha superado las bajas expectativas iniciales de los alemanes. Ahora, el e-Golf es una buena opción en el mercado de ocasión. La pregunta es qué autonomía logrará una unidad usada, y además en condiciones de frío. La prueba más exigente que nos puede dar una buena medida.
Para comprobarlo, el youtuber noruego Bjorn Nyland ha comprado una unidad del e-Golf del año 2014. La primera generación, de las dos que ha tenido, y que contaba con una batería de 24 kWh, 20 kWh útiles, que no contaba con ningún tipo de refrigeración.
Pero a diferencia del Nissan LEAF, el e-Golf no ha sido objeto de una masiva pérdida de capacidad con el paso de los años y los km. Eso si, la ausencia de refrigeración si es un reto en condiciones de frío, como las de esta prueba.
Una de las curiosidades de esta unidad comprada por Bjorn, es que cuenta con 138.000 km en su marcador, y ha costado apenas 40.000 coronas noruegas, que al cambio son apenas 3.434 euros.
Autonomía Volkswagen e-Golf del 2014
Para comprobar su rendimiento, ha realizado una prueba por las autovías noruegas a una velocidad de 90 km/h, y en medio de un intenso frío, 11 grados bajo cero. Todo un reto para un coche eléctrico, y mucho más para un veterano como el e-Golf, que no tiene refrigeración en su pack.
La prueba comenzó con un nivel de carga del 88%, y una temperatura exterior gélida, donde el marcador ya no era muy optimista, mostrando una autonomía estimada de apenas 82 km.
El primer recorrido duró una hora y 20 minutos, con una velocidad media de 63 km/h, donde el e-Golf ha promediado un consumo medio de 17,9 kWh/100 kilómetros, y donde ha podido recorrer 84 kilómetros, quedando en la reserva 11 kilómetros, o un 10% de su capacidad. Cifras bastante buenas teniendo en cuenta las complejas condiciones de la prueba, donde no se ha subido de 4 grados bajo cero.
Un modelo que ha logrado completar un proceso de carga rápida donde ha mantenido prácticamente plana la curva, con unos 40 kW en casi todo el proceso.
En cuanto a la degradación, según los cálculos de Nyland, la batería todavía tiene una capacidad útil de 16,7 kWh. Cuando era nuevo, tenía 20 kWh utilizables, por lo que hablamos de una degradación del 16.5%, o visto de otra forma, después de 138.000 km y 10 años, el coche mantiene el 83.5% de la capacidad de su batería.
Algo que nos indica, que en medio de una temperatura más agradable, no será complicado llegar a los 100 kilómetros de autonomía, incluso circulando en tramos a 120 km/h en nuestras autovías.
Volkswagen e-Golf, una buena opción de ocasión

Como recordamos, esta unidad probada corresponde a la primera generación, que contaba con un motor de 115 CV y una batería de 20 kWh útiles, que le otorgaban apenas 190 km de autonomía, y además bajo el vetusto ciclo NEDC.
Pero en 2017, el Golf eléctrico recibió una importante renovación, donde se aumentó la potencia del motor hasta los 136 CV, y la capacidad de su batería hasta los 32 kWh útiles, que cuando llegó al mercado lograba 219 km WLTP.
En el mercado de ocasión, en España, apenas quedan unidades de la primera generación, y las que hay apenas tienen diferencias de precio con la segunda, lo que hace que esta última sea mucho más interesante, y donde podemos encontrar unidades por poco más de 10.000 euros, como esta del 2019, con 156.000 km, que está disponible por 11.390 euros.