
El Toyota bZ4X convence a la prensa con su profunda renovación
La prensa internacional ya ha probado el renovado bZ4X de Toyota, y las sensaciones no pueden ser más claras: mejora en todos los aspectos clave. Más potencia, mejor eficiencia y carga más rápida. Su llegada al mercado tendrá lugar en otoño.

La prensa internacional ya ha tenido acceso al "profundamente" renovado Toyota bZ4X, y las sensaciones no han tardado en llegar: el salto respecto al modelo anterior es enorme. Aunque apenas han pasado tres años desde su lanzamiento, la versión 2025 introduce cambios tan profundos que más de un probador ha dicho que parece un modelo completamente nuevo mas que una renovación. Medios como auto motor und sport han podido conducir unidades de preproducción y han coincidido en una conclusión clara: Toyota ha reaccionado, y lo ha hecho a lo grande.
Uno de los aspectos más comentados es la potente mejora en la versión con tracción total, que pasa de 218 a 343 CV. En cifras, esto se traduce en un 0 a 100 km/h en solo 5,1 segundos, pero más allá de los números, los periodistas destacan una respuesta inmediata y un comportamiento más ágil, incluso en maniobras cerradas. La dirección también ha sido revisada, lo que ha permitido a un SUV de más de dos toneladas moverse con sorprendente soltura en pruebas de circuito.

Otro punto que ha generado comentarios positivos es la mejora de la eficiencia. En una ruta por carretera abierta desde Madrid hasta la Sierra de Guadarrama, se registró un consumo real de solo 15,4 kWh/100 km. Parte del mérito lo tiene el nuevo diseño frontal, que ha mejorado el coeficiente aerodinámico de 0,29 a 0,27. Todo ello sin incrementar el peso, pese a incorporar baterías de mayor capacidad. Y ya sabemos que más batería, y mejor aerodinámica, es igual a más autonomía.
Nuevo Toyota bZ4X: el rediseño convence por dentro y por fuera

Visualmente, el cambio más notable está en el frontal, que abandona los faros convencionales en favor de una banda LED continua al estilo Tesla, con proyectores más compactos en una defensa rediseñada. El resto de la carrocería mantiene proporciones y dimensiones, pero el aspecto general es más moderno y aerodinámico. En el interior, la transformación es aún más evidente: nuevo salpicadero, consola central rediseñada y una pantalla multimedia de 14 pulgadas con mandos físicos independientes.
Los periodistas también han destacado la mayor sensación de amplitud y limpieza visual, gracias a la eliminación del voluminoso marco del cuadro de instrumentos. La nueva disposición mejora tanto la estética como la ergonomía. La zona inferior ahora incluye doble cargador inalámbrico y un selector de marchas más accesible.
En cuanto a tecnología, hay mejoras largamente esperadas: el sistema de navegación ahora incluye planificación de rutas con carga y preacondicionamiento de batería, algo que el modelo anterior no ofrecía. Esta funcionalidad permite optimizar los tiempos de carga en ruta y estará disponible también para propietarios actuales mediante actualización OTA.

En lo referente a carga, el nuevo modelo por fin abandona los jurásicos 6.6 kW en alterna y ahora de serie llega a 11 kW, y hasta 22 kW de forma opcional. Un salto adelante enorme. La carga rápida se mantiene en 150 kW, pero con la nueva gestión térmica lo que permitirá mejorar los 28 minutos que necesita ahora para pasar del 20 al 80% de sus 64 kWh, que como veremos en el siguiente párrafo, se ha actualizado.
Sin duda el punto más importante es la nueva gama de versiones del bZ4X: una opción de acceso con 167 CV y batería de 57,7 kWh, que se colocará como la más económica, un modelo intermedio de un motor y 224 CV con la batería más grande (73,1 kWh), y la estrella, la variante de 343 CV con tracción total. Esta última ahora permite remolcar hasta 1.500 kg, un valor muy por encima de lo que ofrecía su predecesor.
Por ahora, Toyota no ha confirmado precios para estas nuevas versiones, pero se espera una reducción significativa en el precio base, así como un aumento en la gama alta. La llegada al mercado europeo está prevista para el próximo otoño, y todo apunta a que será una de las actualizaciones más relevantes del año en el segmento eléctrico.
Las primeras pruebas dejan clara una cosa: aunque ha costado, Toyota ha escuchado las críticas de la anterior versión. La mejora en potencia, eficiencia, carga y diseño interior son señales de una marca que por fin quiere plantar cara en serio dentro del segmento eléctrico. Si el rendimiento en condiciones reales se mantiene, estamos ante una evolución que podría cambiar el rumbo comercial de este modelo que hasta ahora ha centrado su éxito en segmentos como el taxi y el VTC.